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El Financiero

Un estudio de Afore Principal revela que las decisiones tienen un costo financiero en el tiempo, pues tardar diez años en empezar a ahorrar para el retiro desde que comienza la vida laboral puede costar más de un millón de pesos.

De acuerdo con cálculos de Francisco Villa Jasso, director Comercial de Soluciones Institucionales de Principal, si un joven comienza su vida laboral a los 25 años y si se retirará a los 65 años, tendría un monto de pensión de casi tres millones de pesos, pero en la medida que posterga un ahorro adicional, la cantidad disminuye.

“Ya vimos el ejemplo de diez años, ahora, demorar 20 años la decisión de ahorrar (a los 45 años) puede costar casi dos millones de pesos, que podría representar una tercera parte de una pensión. Y en lugar de contar con casi tres millones, sólo tendrá un millón de pesos”, precisó el especialista de la administradora de fondos para el retiro (Afore).

Y es que, por ejemplo, un trabajador que le falten unos 20 años para jubilarse y ahorra sólo un 7 por ciento de su Afore, su tasa de reemplazo será de un 30 por ciento; en cambio, si ahorra un 37 por ciento, su pensión mensual en porcentaje del último salario sería de un 70 por ciento.

En cambio, alguien que está comenzando su vida laboral y le faltan unos 40 años para su jubilación, si ahorra un 13 por ciento, podría alcanzar una tasa de reemplazo de 70 por ciento y con un ahorro de 20 por ciento, alcanzaría el 100 por ciento de su pensión mensual de su último sueldo.

En la plática “La nueva era de las pensiones”, Villa Jasso aseveró que hay soluciones que se pueden adaptar a las nuevas generaciones a través de economía de conducta; es decir, atraparlos desde sus gustos y sus hábitos y rutinas.

Asimismo, aseveró que las opciones automáticas, una buena gestión de los activos y empezar cuanto antes son acciones de suma importancia que se pueden echar a andar de manera lateral a una reforma de pensiones, por ejemplo.

Y es que, repitió, demorar el arranque afecta considerablemente el monto de la pensión.

Francisco Villa comentó que México puede adoptar algunas experiencias internacionales como los planes de pensiones basados en aportaciones automáticas; es decir, que la empresa retenga un porcentaje del salario del trabajador para su retiro.

“En caso de que no quiera, el trabajador podrá decir que no, pero tendrá que hacer un trámite para cancelar esa retención (…) pero el hecho de hacer un trámite puede aumentar el ahorro para el retiro de ese trabajador”, explicó Villa.

También existen los planes de pensión privados de las empresas y planes de pensión personal para el retiro.

Con una aportación mínima, incentivos fiscales, afiliaciones en el trabajo automáticas pueden hacer la diferencia en la tasa de reemplazo al momento de la jubilación.