A la generalidad de los mexicanos le interesa más el Mundial de Futbol que la política. El primer debate presidencial fue visto por 3.7 millones de personas. El juego México vs Alemania fue visto por máa de 20 millones de mexicanos. Si México pierde ante Suecia y no pasa a octavos de final, habrá un desánimo nacional, pero éste finalmente será pasajero; aunque internacional, es un juego. La política no es un juego, y la elección de malos gobernantes afecta mucho en las condiciones de vida de los gobernados.. Aunque como dice «El Chicharito- y para ambos aspectos- «imginemos cosas chingonas».