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AFP

No hacía falta que lo hiciera público para que todo el mundo lo supiera, pero el gerente de McLaren, Zak Brown, dejó en claro que la escudería que supo dominar la Fórmula 1 se encuentra a «años de distancia» de los equipos de punta.

En una rueda de prensa especialmente convocada por el equipo en el paddock de Silverstone, Brown reconoció los problemas que padece la escudería, con una crisis estructural interna, un auto poco confiable y un chasis que, incluso, consideró inferior al de la temporada pasada. «Esta situación no ocurrió de la noche a la mañana, y no se resolverá de la noche a la mañana. ¿Cuánto tiempo lleva? Dos años, diez años, seguramente algo intermedio», reconoció Brown.

La última expresión de la crisis del equipo que celebró 12 títulos de pilotos y ocho de constructores en su más de medio siglo en la categoría lo marcó la renuncia de su director deportivo, Eric Boullier, cuatro días antes de la carrera en casa, un símbolo de la debacle. Boullier había llegado al equipo de Woking hace cuatro años desde Lotus y estaba últimamente cada vez bajo más presión por la falta de progresos de la histórica escudería inglesa.

Esa salida puede descomprimir de momento la situación, pero lo que no está claro es cuánto tiempo tendrá Brown para devolver al equipo a los puestos de privilegio. La escudería forma parte del Grupo McLaren, un conglomerado de empresas que también se encarga de fabricar componentes electrónicos de automóviles, tecnologías aplicadas y automóviles deportivos de calle, entre otros rubros.

Por eso, los inversionistas más poderosos de Bahréin y Arabia Saudí están comenzando a pensar en dividir las firmas y que el equipo de la Fórmula 1 ya no forme parte del Grupo. Por años, McLaren dominó la Fórmula 1, desde que forma parte del circo en 1966. Leyendas de la categoría como Ayrton Senna, Niki Lauda, Mika Hakkinen o Alain Prost celebraron títulos en la segunda escudería más exitosa de la histora, sólo superada por Ferrari.

Ni siquiera la presencia de un doble campeón mundial como el español Fernando Alonso le devolvió la alegría a McLaren: el último título del mundo llegó en 2008, todavía con Lewis Hamilton en sus filas, mientras que para encontrar la última victoria hay que remontarse hasta noviembre de 2012, cuando el británico Jenson Button se impuso en el Gran Premio de Brasil.

La deblacle del equipo coincidió con la salida del antiguo jefe, Ron Dennis, que dejó su cargo en 2009. Cinco años después, su intento de regreso culminó en 2016, tras la peor temporada de la historia del equipo en 2015. Esa última etapa coincidió con la frustrada asociación con Honda, el proveedor de motores que nunca pudo estar a la altura de lo esperado.

Con la llegada de Renault los resultados mejoraron un poco, pero tampoco tanto como se pretendía.

Desde los altos mandos, no se vislumbran mejoras a corto y mediano plazo. «Tenemos que ser muy realistas y sinceros con nosotros mismos, con nuestros seguidores, para decir que esto va a ser un viaje, así que creo que todo el mundo tiene que reconocerlo», sintetizó Brown, que admitió su frustración por el auto actual.

«No tenemos el mismo nivel de carga aerodinámica este año que el año pasado. Así que hemos identificado un área en la que nuestro coche este año es más débil que el del año pasado», admitió Brown Ni siquiera la presencia de Alonso, que sigue considerado como uno de los mejores pilotos de la parrilla, alcanza para ilusionarse. El español, que parece enfocado en otras prioridades, como correr en Indianápolis el año pasado o ganar Las 24 Horas de Le Mans hace unas semanas, dejó en claro que se enteró cuando era un hecho consumado la salida de Boullier. «Nos informaron, no nos preguntaron», dijo Alonso sobre la baja del director deportivo. «Solo soy el piloto y conduzco el coche», dijo lacónico sobre la medida.

Lo cierto, en todo caso, es que Brown abrió la puerta a nuevos cambios, más allá de la salida de Boullier. «Ayer fue el comienzo del viaje, no hemos terminado», resaltó el ex piloto estadounidense, de 46 años. «En última instancia estamos trabajando en el desarrollo de un equipo de carreras más rápido y un coche de carreras más rápido, así que no miraría lo que hemos anunciado como un producto terminado. Ese es el punto de partida», explicó Brown, en busca de recuperar la gloria perdida.