En el año 2000 se dio la alternancia en la Presidencia de la República, para poner fin a 80 años consecutivos del mismo grupo en el poder. Ese cambio se da por el centro derecha cuando Vicente Fox, postulado por el PAN y el PVEM, triunfa en la elección.

Son muchos quienes están seguros de que la alternancia ocurrió en 1988 cuando gana Cuauhtémoc Cárdenas, al que se le hace fraude, para arrebatarle el triunfo. Él, sólo meses antes había abandonado el PRI, pero amplios sectores del electorado asumieron que su candidatura representaba al centro izquierda.

Que al fin la alternancia se diera por el centro derecha fue una sorpresa y una desilusión para un sector relevante de la sociedad, académicos, intelectuales, dirigentes políticos y sociales, periodistas y medios de comunicación. En los hechos no la reconocieron como tal.

La única alternancia que ellos iban a aceptar era cuando un candidato que representara la posición del centro izquierda se hiciera de la Presidencia de la República. Eso sucedió el 1 de julio con el triunfo de Andrés Manuel López Obrador, formado también en las filas del PRI.

Él como regente del Distrito Federal y luego como candidato a la Presidencia nunca reconoció que se hubiera dado la alternancia. Esa sólo tendría lugar cuando asumiera la Presidencia. En su visión, compartida por otros, la llegada de Fox a la Presidencia no fue alternancia sino sólo cambio del poder entre los mismos.

Como parte de esa visión construye el slogan del PRIAN que plantea la idea de que el PRI y el PAN son la misma cosa. Amplios sectores del electorado se sintieron identificados con esa formulación. Había, pues, que esperar a que ocurriera la alternancia.

Con el triunfo de López Obrador, ahora presidente electo, se cierra un círculo. Para un amplio sector del electorado la alternancia, por fin, se ha hecho una realidad. Ahora sí, con el nuevo gobierno, el que representa el centro izquierda, el país va a resolver todos sus problemas.

Ahora este grupo, el que votó por la revolución de la esperanza, ya no podrá acusar al PAN o el PRI de los problemas del país y de su incapacidad para resolverlos. Su líder, el nuevo presidente, está al mando. De él, de Morena, el PT y el PES será la responsabilidad.

El que el centro izquierda se haga del poder tiene la virtud de que ahora se podrá ver con mayor claridad que los problemas más graves del país no se resuelven sólo porque se quiera. Que su solución exige acuerdos entre los políticos y la sociedad, y también requieren de tiempo.

Con la llegada del centro izquierda a la Presidencia de la República se cierra también el ciclo del acceso al poder y el ejercicio del mismo. Ya lo ha gestionado el centro, el centro derecha y ahora el centro izquierda. El electorado, para la próxima elección, tendrá una visión de 360 grados.

Twitter: @RubenAguilar