KARL MARX, EL ECONOMISTA (II).

De todas las disciplinas que cultivó Karl Marx, la economía es la ciencia donde más influyó y con sus postulados cambió el curso de la historia de muchos pueblos y naciones. Su obra de mayor trascendencia es: “El Capital”, compuesta por tres tomos, donde Marx realiza una crítica a la económica política reinante, es decir, al sistema capitalista. Sin embargo, la teoría marxista se fue componiendo en un largo proceso de estudios, crítica, debates y ensayos publicados. “El Capital” es la culminación y el momento cúspide de su obra, pero el antecedente inmediato y que es considerado el libro que fundamentó los temas desarrollados en “El Capital”, se titula: “Contribución a la crítica de la economía política.”
La obra fue publicada en el año 1859, Marx realiza en este libro un estudio profundo sobre el funcionamiento del sistema capitalista, esto le implicó años de lecturas de obras, documentos, manuscritos, postulados, en algunos capítulos veremos como Marx debate contra toda la historia de la economía política, y es que al aplicar en sus trabajos e investigaciones el método dialectico materialista de automático la crítica que realiza contra todo lo establecido provocó una enorme revolución intelectual que años después provocará una revolución social.
En esta contribución a la crítica ya nos encontramos con la gran variedad de temas desarrollados por Marx en toda su obra. En el capítulo primero el tema central es “La mercancía”, aquí nos adentraremos a conocer las diferencias entre los conceptos de valor de uso y valor de cambio, enfatizando que Marx explica de manera general el valor de uso de la mercancía, más no profundiza, su interés central consiste en desarrollar el estudio sobre el valor de cambio donde de entrada apunta:
“A primera vista la riqueza de la sociedad burguesa aparece como una inmensa acumulación de mercancías, siendo la mercancía aislada la forma elemental de esta riqueza. Pero cada mercancía se manifiesta bajo el doble aspecto de valor de uso y valor de cambio En el valor de cambio hay una relación cuantitativa en la que el valor de uso es intercambiable. Los precios de venta de las mercancías bajan o suben respecto de su valor de cambio con arreglo a la relación variable de la oferta y demanda.”
Sobre el tema de la mercancía, Marx presentará y criticará la postura y planteamientos de varios economistas clásicos como Sir James Steuart, Berkeley, Adam Smith, David Ricardo, y en algunos momentos su crítica y oposición es firme y decidida como cuando se refiere al socialismo propuesto por Pierre –Joseph Proudhon:
“En estos dos capítulos destruyo al mismo tiempo el socialismo Proudhoniano, que es ahora en Francia el socialismo de moda, que quiere dejar que siga subsistiendo la producción privada, pero quiere organizar el intercambio de los productos privados, que quiere mercancía pero no quiere dinero. El comunismo debe ante todo desembarazarse de ese falso hermano. “
La polémica intelectual se mantendrá a plenitud en toda la obra y cada vez ira subiendo de intensidad, porque si bien estamos leyendo un tratado de economía que resulta bastante técnico, especializado, donde se discute de dinero, circulación, patrón de valores, moneda, medios de pagos, etc. Claramente se puede percibir el momento en que Marx está criticando al sistema ideológico que pretende justificar todo lo establecido, y es que para el escritor alemán, cada sistema económico o modo de producción que conforman la estructura, ha tenido una superestructura que lo afianza y sobre todo siembra la idea a la sociedad que son procesos o etapas producidas por la naturaleza, y aquí está el engaño, porque para Marx todo cambio es ocasionado por la acción del hombre, y en este caso el sistema ha sido creado e impuesto con el fin de dominar y explotar a la clase proletaria.
Por lo antes mencionado, Marx en el prólogo original del libro sobre su nueva forma de escribir e interpretar la historia económica puntualiza: “La relación del método idealista de escribir la historia tal como ha seguido hasta ahora, con la historiografía real. Particularmente la llamada historia de la civilización, que es la historia de la religión y de los Estados. Con este motivo podrá decirse algo sobre las diferentes maneras de escribirse la historia hasta ahora. El modo llamado objetivo. El subjetivo (moral y otro). El modo filosófico.”
Y es precisamente este aporte inigualable el que ha inmortalizado a Karl Max y lo mantiene vigente, porque no sólo criticó y pulverizó a los sistemas establecidos, además, fiel al método que utilizó presentó la tesis, la antítesis y la síntesis final. Esta aportación queda brillantemente expuesta en este mismo libro de la: “Contribución a la crítica de la económica política”, cuando F. Engels en un escrito fechado en agosto de 1859, le escribió a su amigo sobre la innovadora contribución que hace en el libro:
“La tesis de que el modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social, política y espiritual en general, de que todas las relaciones sociales y estatales, todos los sistemas religiosos y jurídicos, todas las ideas teóricas que brotan en la historia, solo pueden comprenderse cuando se han comprendidos las condiciones materiales, esta tesis, era un descubrimiento que venía a revolucionar no solo la economía, sino todas las ciencias históricas (y, todas las ciencias que no son naturales son históricas). No es la conciencia del hombre la que determina su ser, sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia. Con ella quedan negadas todas las ideas tradicionales y usuales acerca de cuanto es objeto de historia.”
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