Es lo que se pregunta Enrique Aranda en «Excelsior», al comentar que cuando parecía que todo estaba listo para que el exitoso gobernandor de Guanajuato, Miguel Márquez, entregara el mando a su sucesor, también panista, Diego Sinhué, y se viniera a dirigir los destinos del PAN Nacional, los homólogos de éste y el disminuido calderonismo decidieron dar un golpe en la mesa y hacer valer su derecho a ser más que simples observadores en la sucesión panista. ¿»Y ahora»?.