Las cosas ya no son como antes. Hace mucho tiempo que dejaron de serlo, todo está como al revés, tendremos que empezar a escribir de la derecha a la izquierda y de abajo hacia arriba. Lo obsceno va a sustituir a lo ejemplar y haremos un esfuerzo por empezar a vivir la vida, para ganar la vida eterna, lo más desenfrenadamente que se pueda. Del prohibido prohibir vamos a pasar al prohibido portarse bien.

La vida empieza a los 75 años.

Si no me creen, pregúntenle al hombre que podríamos catalogar como la síntesis de lo licencioso, el dios inmortal Sir Mick Jagger (Mick Philip Jagger, Dartfort, condado de Kent, Inglaterra, 26 de julio de 1943). Acaba de cumplir sus primeros 75 años y, como Johnnie Walker, sigue trotando por el mundo tan campante y tan lleno de vida como cualquier chico de 15 años. ¡Caray, qué envidia, no la puedo reprimir!, confieso que le tengo mucha envidia y no precisamente de la buena, de la mala, para qué más.

Y es que cómo no voy a tener esos sentimientos por este ya legendario hombre que, a sus 75 años de vida, sigue tan campante gorgoriteando por el mundo entero y está como sin nada, ¡bárbaro! Incombustible, incansable, enérgico, energético, incendiario, lascivo, frenético, narcótico, tóxico, pero sobre todo vital, muy vital, a sus 75 años le saca la lengua a la parca. El cantante, compositor y vocalista de The Rolling Stones acaba de cumplir tres cuartos de siglo con un físico y una vitalidad envidiables y con más de media centuria cantando, trotando, bailando y brincando sobre los escenarios. Si me dicen que tiene pacto con el diablo se lo creo.

Mick se ríe de la tercera edad y le pinta caracoles a la cuarta. Nunca he sido un fan irredento de The Rolling Stones, pero cuando uno escucha y ve sobre el escenario a esta icónica banda lo menos que puede hacer es ponerse de pie, descubrirse la cabeza, bajar la vista y juntar las palmas de las manos contra el pecho como una señal de respeto y admiración. ¿Cuál ha sido la clave para estar cómo está Mick a sus 75 años?, seguramente la fruición con la que ha vivido la vida, porque me resisto a creer –pero quién sabe- que la clave para haber vivido tantos años como los ha vivido haya estado en tener descendencia con cinco distintas mujeres y haber sido padre a los 73, su octavo hijo, con una dama de apenas 29 años que bien pudo haber sido su nieta.

Caray, es de pensarse.

¿Cuántas horas de vuelo le quedan al motor modelo 1943 de Jagger y a la legendaria banda cuyos integrantes no menos icónicos por ahí andan en cuanto a kilometraje recorrido?, la verdad es que no lo sé. Este padre, abuelo y bisabuelo parece haber hecho un pacto con el diablo. Es increíble verlo aparecer sobre los escenarios con imágenes de fuego a sus espaldas contorneándose a ritmo de la ya mítica y profética Sympathy for the Devil, que compuso y lanzó a mediados de 1968. Aquí un fragmento de esta canción que está cumpliendo el medio siglo:

Por favor, déjame que me presente
soy un hombre de riquezas y buen gusto
Ando rodando desde hace muchos años, muchos años
He robado el alma y la fe de muchos hombres.
Yo estaba allí cuando Jesucristo tuvo su momento de duda y dolor
y me aseguré por los infiernos que Pilatos se lavara las manos y sellara su
destino.

Dios salve a Su Majestad, Sir Mick Jagger.

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@marcogonzalezga