*Lleva años construir confianza y apenas unos segundos destruir. Camelot.

SE FUE JULIO

Y no forzosamente Julio Iglesias, el hombre sigue cantando a sus 74 años, con la voz limpia y los millones de discos vendidos en el mundo. Leo el diario El País. En su portada hacen un análisis del derrumbe del PRI: “El PRI escribe la crónica de su derrota”, le titula. Exhibe los datos duros de la elección, donde llegó un Tsunami llamado AMLO, les pasó un auto que los arrolló al cual nunca le vieron las placas. Perdió el PRI 10 millones de votos, que se traducirán en una merma, entre otras cosas, de diputados (de 205 a 44), de senadores (de 55 a 14) y de financiación, o sea, la lana (de 1094 millones de pesos a menos de 300 millones de pesos). Jairo Calixto escribió que, como llegan, no tendrán ni lugar en los estacionamientos de la Cámara de Diputados y Senadores. Un viejo de la tribu habla de reformarlo: “El nuevo PRI es López Obrador”, le acusan, porque saben que de ahí viene el Ruso, y saben que ese fue su camino para tomar la presidencia del país, aprender entre tanto dino. El artículo lo exhibe con la foto de selfie que se tomó Miguel Angel Osorio Chong, cuando lo hace con los futuros senadores, los pocos que quedan. Como la canción de los perritos, de los tantos que quedaban, ya nomás me quedan trece, trece, trece. 14 con él. Y ninguno de Veracruz, creo, si se coló uno me avisan. Atrás quedaron los tiempos que Veracruz tuvo senadores para tirar para arriba, todos los Yunes: hijos, primos, rebeldes y espíritus santos. ¿Dónde anda Pepe? ¿Sabe alguien de él?

CON MANUEL BARTLETT

En mi galería de mi oficina chayotera, al transcurrir el tiempo, he colgado en mi pared fotografías con picudos, lo mismo de la política, que del arte y las letras. Nunca pude tener una de Monsiváis, porque en una Feria del Libro de Guadalajara se me escapó por minutos el muy canijo, cuando compartía con unos amigos comunes. Guardo una con mucho cariño, la del gordo Manuel J. Clouthier, padre de Tatiana, una de las consentidas del Ruso AMLO. A Manuel Bartlett Díaz le vi, hace años, el día que visitó la fábrica textilera de Rio Blanco, por invitación del extinto empresario, Juan Mata González, quien le hizo una suculenta comida, a la cual fui invitado. A la izquierda de esa foto, un par de meseros en sus filipinas, al centro, Fernando Elías Calles, su mano derecha, subsecretario de Gobernación en los tiempos que se les cayó el sistema, 1988. A la derecha, un hijo de Juan Mata, como mirando al cielo. Juan por ahí merodeaba como buen anfitrión, que siempre lo fue desde el tiempo que llegó a comprar los fierros viejos de esa textilera, y la echó a andar con esfuerzo y cariño y con su dinero, bien invertido. Era Juan dueño de la agencia Ford número uno del país, la de Mylsa, al parecer aún en manos de sus hijos. Bartlett siempre fue un tipo brillante, listo, se acomodaba a los tiempos, el sistema se cayó porque Salinas y De la Madrid lo ordenaron, así eran esos tiempos, los de donde manda capitán no gobierna marinero. Siempre presumió haber sido el único secretario de Gobernación en haber durado los seis años. Secretario de Educación, despuesito. Luego, gobernador de Puebla, un buen gobernador, porque hizo los ejes viales que van al aeropuerto. Como muchos, un día abandonó al PRI de sus amores y se fue al PRD, primero, y ahora con Morena de Andrés Manuel. Hace días le dio posesión como director de la CFE, el mismo día que el gobierno federal anuncia que PEMEX perdió 163 mil millones de pesos en el segundo trimestre de 2018. Algo para Ripley.

LOS HIJOS INCOMODOS

Hijos de nuestros políticos, ha habido muchos, la juniorcracia, que así suele llamarse, se apareció en la época de esplendor de los gobernantes. Cuando se es funcionario público, uno tiene que comportarse como la mujer del César, no solo ser honesta sino parecerlo. Al igual la familia. Sucede que Ciro Gómez Leyva dio la noticia de que el hijo de Gerardo Ruiz Esparza, secretario del socavón de la SCT, se da vida de rey en Rusia y pescando salmón o bagre o lo que sea, por el mundo. Como en un tiempo lo hizo la hija del corrupto dirigente sindicalista, Carlos Romero Deschamps, que arriba de un avión privado volaba a París al lado de sus monas perritas. Ruiz Esparza es el secretario más señalado de corrupción de este gobierno, y parece que salvó la vida por el Ruso AMLO, que ya les perdonó todos sus pecados (léase a Francisco Martín Moreno en su artículo ¿Y la mafia del poder?) Tiene un extra, el otro gobernador del Edomex, del Grupo Atlacomulco, Alfredo del Mazo, primo del presidente, lo nombró director general del Fideicomiso para el Desarrollo de Parques y Zonas Industriales en el Estado de México (Fidepar). El hijo, Gerardo Ruiz Dosal, al asumir ese cargo borró todas las huellas de su andar en las redes sociales, por ciudades como Moscú, París, Madrid, Dubai, Islas Malvinas, Chile, China, Hong Kong, Chile, Boston, Las Vegas, Houston y Ucrania. Pero alguien por allí las guardó y ahora mostró al mundo de la política. Esos viajes, muy seguro, han sido todos con el poder del dinero de los contribuyentes, a ver qué dice AMLO de esta. ¿Seguirá perdonando?

www.gilbertohaazdiez.com