Para Josué Capelli

Las barbas hacen su aparición principalmente en los hombres, surgen en la pubertad, dependiendo de la cultura, país, costumbres y moda, se manifiestan en las diversas formas y estilos con que son expuestas a lo largo de la historia.

Los antecedentes de los que se tienen registro nos indican que en Egipto entre los tres mil y los mil quinientos años antes de la era cristiana, los integrantes de esa sorprendente cultura ancestral se dejaban crecer el pelo de la barbilla llamada hoy en día “piocha”, muestra de ello son las figuras de los sarcófagos en donde se aparecía ese largo y definido estilo. Se menciona por los historiadores que se la entintaban de color rojo con una tonalidad como los tabiques utilizados hoy en la construcción; si no tenían se ponían una postiza y la adornaban con hilos de oro, en el caso de los hindúes la barba tenía un sentido importante para su dignidad, ellos la cuidaban al extremo ya que expresaba sabiduría y dignidad a tal grado que cuando algún barbudo hacía algún acto inmoral una forma de castigo era cortarle las barbas en un acto público, en otros casos se podía saldar una deuda económica ofreciendo el corte de su barba. Sin embargo para los griegos la barba ofrecía un sentido de virilidad, hacían trenzas con sus barbas y en las batallas a sus rehenes los afeitaban como una forma de castigo.

Alejandro Magno cambia la costumbre al observar que sus guerreros en ocasiones en los enfrentamientos eran tomados de las barbas y el cabello largo para ser derribados por lo que ordenó a sus soldados afeitarlas y a cortarse el pelo, así se muestra en las monedas acuñadas en la época, el estilo se generalizó. En ese tiempo una barba larga era considerada como una forma de miseria, una persona dejada, desaseada. También en esa época se dejaban crecer la barba como señal de duelo.

En los últimos tiempos de la república romana los jóvenes nuevamente empezaron a utilizar variados estilos de barba y los adolecentes se untaban distintos tipos de aceites con la intensión de que su barba brotara, los hombres adultos acostumbrados a afeitarse celebraban la llegada de la edad adulta cuando los muchachos llegaban a la edad adulta y eran afeitados, al hacerlo se les otorgaba la llamada “Toga Virilis”, consistía en un atuendo blanco sin adornos ni tintura, atuendo de los adultos, a partir de ese momento podían ejercer cualquier cargo público, este importante paso era presidido por la diosa Juventus.

El emperador que vino a romper la abstinencia de la barba fue Adriano en el siglo II, se dice que lo hizo para ocultar las cicatrices, resurgiendo la barba propuesta por el emperador costumbre también influenciada por el estilo de los griegos contemporáneos.

Para los celtas y algunas etnias germánicas el crecimiento de la barba era una cuestión de honor, incluso algunos de ellos solían tener barbas enormes, el no tenerla era muy mal visto en esa zona del continente europeo.

La ruta por algunas regiones del llamado viejo continente desde antes de la era cristiana nos ofrece apenas un panorama de lo que sucedió posteriormente durante la edad media hasta nuestros días.

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