La historia de la divulgación de los ideales libertarios en nuestro país, sufrió un constante acoso por parte del gobierno virreinal tras la captura y muerte de los principales dirigentes de la insurrección de 1810, los defensores de la condición colonial se dieron a la tarea de condenar la independencia del reino por medio de discursos y toda clase de propaganda, a pesar de ello la divulgación de la insurgencia siguió dándose.

En momentos de indefinición prevalecieron dos posiciones, los que se habían manifestado a favor de la independencia de nuestro país dieron un giro total como fue el caso del rotativo “El telégrafo de Guadalajara” quien apoyó la rebelión y posteriormente la criticó duramente al igual que los objetivos de Miguel Hidalgo.

Otros casos fueron emblemáticos como el que llevó a cabo Francisco Severo Maldonado, de formación seminarista, un erudito en la oratoria sacra quien al enterarse de la llegada del cura Hidalgo a Guadalajara, emprende el camino a la ciudad –el se encontraba a unos 50 kilómetros- para entrevistar al padre de la patria, consiguiéndolo el 29 de noviembre de 1810, publicándolo en El despertador americano, correo económico de Guadalajara.

Su objetivo principal era dar a conocer las intensiones del movimiento y de paso atraer a la gente cercana a las autoridades virreinales, a pesar de que sólo fueron siete números los que salieron de este periódico, tomó una importancia relevante sobre la participación de la prensa en el movimiento insurgente, el tiraje de cada uno de los números fue de dos mil ejemplares a un precio de dos reales, y en sus primeros tirajes no llegaron a trascender más allá de “Río de piedras”.

La intención de Maldonado con “El despertador americano” era clara, intentaba que el contenido llegara a las masas, por eso la información no venía en forma de artículos, para el era importante escribir discursos que llegaran a las multitudes y convencer a los escuchas, inició en el primer periódico con el encabezado que decía: “A todos los habitantes de América”; en el segundo “Americanos”, en el cuarto número tituló “A los americanos que militan bajo las banderas de los europeos Flon y Callejas” dando el inicio con: “Hermanos compatriotas” y en el último número fechado el 17 de enero de 1811 la frase que utilizó fue: “Americanos, compatriotas muy amados, oíd la voz de la razón”. Esto confirma que Maldonado tenía la clara intensión de que “El despertador americano” fuera leído a viva voz.

El contenido informaba sobre la ocupación napoleónica en la península ibérica, achacaba los vicios a los españoles europeos mientras que a los criollos los cobijaba en el cristianismo, parecía que el medio de información no mostraba con claridad las ideas insurgentes, los historiadores difieren, unos dicen que expresaba la fidelidad a la monarquía, otros que ocultaba la realidad de los ideales independentistas y en investigaciones recientes se dice que la mayoría de los españoles americanos buscaban una mayor autonomía antes que una insurgencia, pero el ser independientes les permitiría evitar que las riquezas siguieran beneficiando a unos individuos inmorales y viciosos, como calificaba a los peninsulares el periódico.

Para profundizar el tema lean El despertar americano, colección suma de letras editado por CONACULTA.

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