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Presencia.mx

​La mala calidad con la que se han construido algunas obras en esta ciudad, quedaron evidenciadas con los daños que ya presentan, una de ellas son los topes de las letras del bulevar Antonio M. Quirasco, los cuales se están pulverizando, otra más es el paso de la carretera al cerro, en la colonia El Rabón.

En el bulevar, con un costo de 647 mil pesos, el letrero de “Las Choapas” es una obra que se construyó a mediados de septiembre del año pasado, durante la administración de Marco Antonio Estrada Montiel.

La obra que consta de jardineras y cuatro reductores de velocidad,  se ubica en el acceso a la colonia Huapacalito y se concluyó a principios de este año; sin embargo, antes de ser inaugurada un reductor de velocidad, de los cuatro que hay en total,  fue arrancado por los trabajadores debido a que presuntamente el concreto estaba defectuoso y por ese motivo fue que lo rehicieron.

Durante un recorrido efectuado en este lugar se pudo constatar que tres de los reductores se encuentran destrozados y en algunas partes han sido pulverizados, por lo que las varillas se levantaron y representan un riesgo para los transeúntes que los utilizan y automovilistas.

El único reductor que se encuentra en óptimas condiciones es el que rehicieron por estar defectuoso, mientras que los otros tres tienen fracturas, huecos y desprendimientos en el concreto.

Aunque recientemente la enorme varilla que estaba expuesta fue cortada para evitar un accidente.

Las obras que realizó la administración pasada están plagadas de errores de construcción, otro de los más evidentes es el tramo de La Virgencita a las vías del tren en la colonia El Rabón, la cual se ha hundido en dos ocasiones.

En enero de este año, Benita Hernández Zapien y  Juan González Brito, aseguraron que esta obra requería de una seria investigación.

Esta obra tuvo un costo de 3 millones 598 mil 443 pesos con 75 centavos, de acuerdo con cifras reportadas ante el Órgano Fiscalización  Superior (ORFIS), construida en el ejercicio fiscal 2016.

En 2017 cuando ya estaba por concluir la administración de Marco Antonio Estrada Montiel, el patronato detectó fallas, por lo que la constructora volvió a levantar todo el concreto, reforzaron el canal pluvial que pasa por debajo de la carretera y volvieron a pavimentar, pero esto de nada sirvió.

En enero de 2018 se presentaron daños por segunda ocasión, incluso por la noche, un grupo de hombres, amparados en la oscuridad de la noche, llegaron al tramo que presenta hundimientos, y con cemento trataron de ocultar una enorme fractura que se hizo entre la plancha de concreto y la guarnición.

En menos de un mes después de la reparación, el pavimento  presentó enormes grietas y se sumió la plancha de concreto, mientras que a los lados, todavía hay riesgo de que la corriente de agua perjudique a los vecinos, porque no construyeron unos terraplenes, a manera de cubrir a esas familias.

Hace menos de 15 días las afectaciones fueron rellenadas con tierra, aunque ahora con las recientes lluvias se volvió a deslavar, quedando expuestos los daños por enésima ocasión, dejando en evidencia que muchas de las obras fueron hechas con mala calidad.