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EFE

La devastación causada por el huracán Michael se hizo más evidente este viernes, tras su paso por seis entidades de Estados Unidos, dejando 11 muertos y cerca de 1.2 millones de familias sin servicio de energía eléctrica.

Cinco muertes relacionadas con Michael fueron reportadas en Virginia, informó el Departamento de Administración de Emergencias de ese estado.

Antes, fueron confirmados cuatro fallecimientos en el condado de Gagsden, en la zona del Panhandle de Florida, incluido un hombre que falleció tras caer un árbol sobre una casa.

Una niña, de 11 años, murió en Georgia cuando los vientos levantaron las láminas de una cochera y las dejaron caer en su casa golpeándola en la cabeza.

Mientras, un hombre, de 38 años, murió cuando un gran árbol cayó sobre su vehículo en la autopista 64, al este de Statesville, en Carolina del Norte.

El administrador de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), Brock Long, dijo que se estima que el número de muertes aumente ya que los servicios de rescate siguen trabajando entre los escombros.

Michael ya es hoy un remanente en el Atlántico, pero los días de emergencia para las ciudades costeras de Florida y otras entidades están lejos de terminar.

No hay agua potable ni electricidad, y funcionarios no tienen acceso a muchas ciudades desde el Panhandle de Florida hasta Virginia.

De las 1.2 millones de familias sin servicio de energía eléctrica en seis estados: Florida, Alabama, Georgia, las Carolinas y Virginia, unas 495 mil se encuentra en Carolina del Norte, según informes de las compañías locales de electricidad.

Michael tocó tierra el miércoles en Florida como un huracán categoría cuatro y vientos de 250 kilómetros por hora, sólo dos kilómetros por debajo del máximo de categoría cinco. Es el más poderoso en golpear Florida desde que Andrew lo hizo en 1992.