En 1974, la Universidad de Veracruzana introdujo en una isla del lago de Catemaco, monos macacos nativos del sureste de Asia en peligro de extinción, para realizar estudios de investigación científica.
Con el paso del tiempo se han convertido en un atractivo turístico, sin embargo, estos primates al día de hoy se la pasan a todo dar, su aspecto físico lo dice todo “están gorditos”.
Un estudio de la Universidad Veracruzana por parte del Instituto de Neuroetología revela que, en efecto los macacos sufren de sobrepeso que pudieran derivar en otras enfermedades.
Se tiene la creencia que los monos deben comer plátanos, pero todo lo contrario, es un alimento que no aporta nada en su dieta.
En 1987 se reintrodujo una colonia más de macacos en este lugar, se llegó a tener alrededor de 100 individuos, y ahora lamentablemente los que quedan tienen sobrepeso y obesidad.
