«Todo está puesto para que la 4T tome cualquier decisión, sin que nadie pueda impugnarla legalmente. Los morenistas insisten en que el «mandato popular» los faculta a acabar con el Poder Judicial tal como lo conocemos y, además a establecer candados para que la gente común y corriente no pueda defenderse de la decisiones de gobierno. Es cierto que los morenistas tuvieron como bandera electoral la elección de jueces y ministros, pero de ahí a adoptar decisiones que le den supremacía al Ejecutivo sobre el Legislativo y Judicial y romper el equilibrio, hay una buena diferencia». Lo escriben en «Templo Mayor» de «Reforma». Foto de archivo de Roberto García en «La Jornada».