El PRI tiene un mal y ambicioso dirigente a nivel nacional, Alejandro «Alito» Moreno. Y además muy frágil, porque a cada rato los de Morena lo asustan con juicio político. Ultimamente anda buscando continuar con la alianza electoral, pero al parecer los blanquiazules ya no quieren nada con esa marca y ese líder. Aquí en Veracruz, ayer renunció a la militancia Antonio Benítez Lucho y, con todo respeto, Adolfo «El Bofo» Ramírez Arana no tiene el empaque para conducir a un partido en crisis. Quizá si convencen a Pepe Yunes de que sea el dirigente estatal, se pudiera salvar el partido en el estado. Foto de Twitter.