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Excélsior Digital

La Cámara de Diputados presentó la Estrategia CAMALEÓN, enfocada a prevenir y atender el infarto cerebral, con la que se busca reducir la mortalidad y las secuelas por este padecimiento

Héctor Figueroa |
La campaña CAMALEÓN busca enseñar a la población a identificar los síntomas del infarto cerebral y actuar de inmediato, siguiendo el acrónimo que resume las señales clave. Foto: @CMIMorg

En el marco del Día Mundial del Infarto Cerebral, la Cámara de Diputados presentó la Estrategia CAMALEÓN, enfocada a prevenir y atender el infarto cerebral, junto al sector salud y organizaciones civiles que buscan reducir la mortalidad y las secuelas ocasionadas por este padecimiento.

El evento reunió a legisladores, autoridades sanitarias, especialistas en neurología, asociaciones médicas y representantes de la sociedad civil, con el objetivo de visibilizar los desafíos del sistema de salud mexicano frente a una de las enfermedades más discapacitantes, y de avanzar hacia una política pública de atención integral.

La campaña busca enseñar a la población a identificar los síntomas de este padecimiento y actuar de inmediato, siguiendo el acrónimo que resume las señales clave:

 

 

 

“CAra colgada, MAno pesada, LEngua trabada y ON, que invita a ponerse en acciÓN y llamar al número telefónico de emergencias 911”, dice el texto de la presentación de la campaña.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), las enfermedades cerebrovasculares son la sexta causa de muerte en México, con más de 40 mil defunciones anuales.

A nivel mundial, los accidentes cerebrovasculares (ictus) constituyen la segunda causa principal de muerte y la tercera causa de discapacidad, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Se estima que el 70 por ciento de los casos de ictus ocurren en países de ingresos bajos y medianos, donde la incidencia de esta enfermedad se ha más que duplicado en las últimas cuatro décadas.

Cada minuto sin atención médica representa la pérdida de 1.9 millones de neuronas, y aunque el cerebro puede resistir solo unos minutos sin oxígeno, la ventana crítica de atención médica es de 4.5 horas desde el inicio de los síntomas.

Estudios recientes muestran que un alto porcentaje de los pacientes no siente dolor durante un evento cerebrovascular, lo que retrasa la búsqueda de ayuda y agrava las secuelas. Por ello, la educación ciudadana y la rapidez en la respuesta médica son factores decisivos para la supervivencia y recuperación .

jcp