Ahora que pasó el lamentable accidente en el que perdió la vida Pedro Aguayo Ramírez, alias «El Hijo del Perro Aguayo», han surgido en la red, nos han recordado, ciertos hechos trágicos en los que han estado involucrados luchadores o personajes ligados a las luchas, ahí les va una historia increíble, sucedió con dos luchadores pequeños: «Un caso icónico de luchadores asesinados en México fue el de los hermanos Alberto y Alejandro Pérez Jiménez, Espectrito II y La Parkita respectivamente. Comenzaron su carrera profesional en 1992 bajo el nombre de Pequeños Diablos y después se hicieron llamar Voladorcito y Fuercita Guerrera. Llamaban la atención de los espectadores por su tamaño. Eran casados y cada uno tenía cuatro hijos. Luchaban cuatro veces por semana. Pero un día tras compartir el ring con su hermano mayor Mario, Espectrito I, decidieron ir a celebrar a Garibaldi. Allí conocieron a dos mujeres de la vida galante, Estela González Calva, alias La Tía y María de los Angeles Sánchez Rueda, La Gorda. Los cuatro acordaron pasar la noche juntos y se dirigieron a un hotel del Centro Histórico. Las dos mujeres les agregaron gotas oftálmicas a sus bebidas para dormirlos y robarles. Pero les falló la dosis por el tamaño de los luchadores y los mataron». Pues ahí esta esta historia digna del guión de una película de Luis Buñuel, ¡aunque usted no lo crea!. Tomada de Noticieros Televisa.