A estas alturas ya es una noticia que ha corrido como reguero de polvora por todo el mundo, sobre todo en Europa. El avión era de la línea comercial Germanwings, filial de la poderosísima Lufhtansa, la más importante línea aérea alemana y una de las más importantes y grandes a nivel mundial. Se acciidentó en el trayecto Barcelona (España) a Dusseldorf (Alemania), e involucró, en una primera instancia a 4 países: 1. Línea aérea alemana; 2. Avión de origen franco-inglés; 3. Salió de España, origen, hacia Alemania, destino; 4. Se accidentó en territorio francés; 5. 150 víctimas mortales: 67 alemanes, 45 españoles, 31 turcos, 3 mexicanos y 1 belga, y aparentemente también había 1 colombiano y 1 argentino, extraoficialmente. El avión partió a las 10:01 del aeropuerto de El Prat, levantó vuelo con un retraso de 26 minutos respecto a la hora de salida inicialmente prevista. Aunque las primeras informaciones apuntaban a 148 víctimas, el avión viajaba con 144 pasajeros a bordo y seis tripulantes (dos pilotos y cuatro ayudantes de cabina). Entre las personas a bordo del avión se encontraban dos bebés alemanes. Las primeras escenas que han empezado a circular sobre todo en portales de rotativos españoles muestran una montaña, casi una pared de la región alpina francesa conocida como Barcelonette, en donde aparecen esparcidos en un radio de aproximadamente 2 kilómetros cuadrados los restos del aparato y de las víctimas del desastre aéreo. Como último dato hay que decir que el desastre fue de tal magnitud que el fragmento de mayor tamaño que quedó del avión no supera en proporción al tamaño de un automóvil. Lamentable y muy doloroso para los familiares de las víctimas.