Ayer, en el primer encuentro de semifinales de la Champions, el City y los merengues no se hicieron daño. El partido fue en Manchester, no jugó por estar lesionado Cristiano Ronaldo, por lo que todo el peso de la ofensiva recayó en Gareth Bale, el galés, que cuando anda bien es como un ferrocarril que corre con el balón a sus pies y es imposible detener. Después los primeros 90 minutos ingleses y españoles no se hicieron daño, el Manchester de Agüero no pudo marcar y quedaron 0-0, ahora a esperar el partido de vuelta que se desarrollará la semana que entra en el Santiago Bernabéu, en donde se espera que los blancos sellen su pase a la gran final. Hoy se enfrentan los equipos con las que quizá son las dos escuelas futbolísticas más definidas de la actualidad: el Bayern Múnich de Pep Guardiola, con ese fútbol que no presta el balón, de toque de primera intención, de triangulaciones, de pases cortos y cambios de juego, de circulación del balón y de ir aprisionando al rival hasta ‘matarlo’ en una jugada rapidísima por cualquiera de las bandas o con el francés Ribéry por el lado izquierdo o con el ‘clavadista’ holandés Robben por el costado derecho, con un Lewandowski en espera del pase a la red que en una de esas es capaz de meterte tres goles en 5 minutos; y por el otro lado la escuela de Simeone, el reinventor del fútbol ultra defensivo de los italianos (‘catenaccio’), que espera y no se desespera, que se encierra en su cancha, con una muy sólida media y una mejor defensiva, y que espera un solo descuido del rival, ¡uno solo!, para pincharlo a través del revivido ‘er niño Torres’ o del francés Griezmann que cuando tienen que anotar, ¡anotan! Bien dicen los de Simeone: “No importa que el Bayern tenga el balón 89 minutos, nosotros sólo necesitamos de un descuido en un minuto para anotarles”. Pronóstico reservado el de hoy en el ‘Vicente Calderón’, cualquiera puede ganar y llevarse el resultado. ¿Usted a quién le va?. Lo escribe Marco Aurelio González Gama, directivo de este Portal.