«El gobierno federal actual, con las reformas aprobadas, modificó las reglas del juego sin haber logrado satisfacer o convencer a nadie. Ignoró a la población e incluso a actores clave de la sociedad en ámbitos desde el político hasta el empresarial. Decidido a modificar la agenda pública y la forma de relacionarse con la sociedad, el gobierno se organizó para ser distante. Por otro lado, en la medida en que alteró las reglas del juego en materia de medios de comunicación, impuestos y acceso de los diversos intereses de la sociedad a las instancias gubernamentales, alineó tanto a aliados potenciales como a actores críticos para su éxito.. El gobierno, ahora, tiene que volver a procurar la confianza de la sociedad. La recobraría mucho más rápido si promueve garantías permanentes y respeto de los derechos de la población, que con grandes actos espectaculares». Lo comenta el siempre lúcido Luis Rubio en «Reforma».