Carmen Aristegui era una pieza muy importante en MVS. Ella le atraía la gran audiencia al medio. Algunos opinaban que el conductor estaba por encima del medio. En «Eje central» comentan que resultaba muy cara: un millón de pesos mensuales para ella y sus colaboradores. Carlos Ramírez comenta en «24 Horas» que cuando se presentan conflictos de interés entre los conductores y los dueños, siempre ganan los dueños. Que la opción para los conductores es crear sus propios medios, especialmente en el campo electrónico; con ello se terminarán los conflictos.