«Ayer, buscando las respuestas de Marcelo Ebrard al «affaire inmobiliario» que le denunció «Milenio», revisé la lista de los tuits más recientes del ex-Jefe de Gobierno. Casi no lo reconocí. Lejos de aquel gobenante fuerte del Distrito Federal, que lucía siempre enterado, en control, reconocido por su inteligencia, me topé con el timbre de amargura, de cantaleta vieja de mitin desangelado, sin orden ni estrategia, arrinconado, instalado en la víctima que en él suena bastante falso y bastante triste. Aunque yo soy de los que opinan que Marcelo Ebrard no debería temer mayor obstáculo en aparecer en la boleta electoral este junio, para contender, como es su deseo, por una diputación». Lo comenta Carlos Loret de Mola en «El Universal» de Ealy Ortiz.