Hay personas enfermas de poder, que quieren seguir en un cargo mientras vivan, faltándole al respeto al derecho de las nuevas generaciones de escalar posiciones con base a trabajo y resultados, Uno de ellos es Joseph Blatter, quien vio el escándalo de la corrupción de cercanos colaboradores en la FIFA, e insistió en quererse reelegir por quinta ocasión. Teniendo el control político o económico de los delegados muchos personajes pueden hacer eso, sin que sea lo más conveniente para un desarrollo sano de las organizaciones. Pero Blattler ya no aguantó la presión de su osadía y ante la presión interna y externa tuvo hoy que tirar el arpa». Y ahora habrá un congreso extraordinario para elegir a su sucesor en la FIFA… pero hasta diciembre.