«A tres años de la sucesión presidencial no nos queda claro si Enrique Peña Nieto preferirá al final, a un ministro como Miguel Osorio Chong o Luis Videgaray. Si optará por un bien calificado como José Antonio Meade. Si se inclinará por un gobernador como Eruviel Avila o José Calzada. Si decidirá a favor de un amigo íntimo como Enrique Miranda o Alfonso Navarrete Prida. Si emulará a Pigmalión y se inclinará por Aurelio Nuño, o abrazará a Minerva y se inducirá por Manlio Fabio Beltrones. En fin, si el péndulo de género lo invitará a pensar en Claudia Ruiz Massieu». Lo comenta José Elías Romero Apis en «Excelsior».