1) Para la agilidad mental. Más de 70 estudios científicos recientes muestran que el consumo leve o moderado de vino mejora la función cognitiva y la agilidad mental. Además previene la demencia. 2) Antigrasa. El consumo de vino impide la formación de nuevas células de grasa y ayuda a movilizar las ya existentes, tal como lo han demostrado científicos del instituto Tecnológico de Massachusetts. 3) Ejercicio embotellado. Una investigación publicada en la revista «FASEB Journal» sugiere que el resveratrol de la uva contrarresta eficazmente los efectos negativos de una vida sedentaria. 4) Dientes sanos. Tanto el vino blanco como el tinto evitan la caída de los dientes, según una investigación de la Universidad de Pavia, en Italia. Lo publican en el portal «Muy interesante» y lo sube Marco Lobato al Facebook.