«Su experiencia en habitar túneles le ayudó al «Chapo Guzmán a escapar de manera subtérránea de las autoridades. Para construir un túnel de kilómetro y medio de largo, 80 centímetros de ancho y 1.70 metros de altura un se requirió extraer, según especialistas de la construcción, un volumen de 2 mil 652 metros cúbicos de tierra, suficiente para llenar 379 camiones con capacidad para 7 metros cúbicos». El personal que excavó debió haber usado taladros y una retroexcavadora, que habrían sido perceptibles tanto en movimiento de material como en ruido. Nadie vio ni oyó nada, salvo algunos vecinos que notaron cuando en agosto del año pasado, cinco albañiles oriundos de la localidad, iniciaron la construcción de la casa por donde huyó «El Chapo». Lo comentan en «Reforma».