Ya se subió el canciller Jose Antonio Meade; el presidente de Televisa, Emilio Azcárraga; el magnate Carlos Slim, actores como Eugenio Derbez y hasta celebridades del espectáculo como Shakira y Ricky Martin para romper relaciones con Donald Trump (bueno, hasta Notiver lo hizo) por sus declaraciones racistas y discriminatorias contra los mexicanos. Pero don Donaldo tiene amigos en México, entre ellas la senadora panista Gabriela Cuevas, Presidenta de la Comisión de Relaciones Rxteriores en el Senado, y la priista Marcela Guerra, presidenta de la Comisión que se encarga de los asuntos norteamericanos, quienes con su silencio han sido las únicas aliadas del norteamericano y de su particular visión de México y los mexicanos». Lo publican en «Trastienda» de Eje central.