«Y es que el partido fundado por Elba Esther Gordillo, que ahora preside Luis Castro, se transformó súbitamente en «el fiel de la balanza» en San Lázaro. El híbrido PRI-Verde dejó de tener la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados (251 curules). La anulación de la elección en Aguascalientes le quitó el diputado que hacía la diferencia. En el PRI, sin embargo, hay serenidad. Están convencidos que la incondicionalidad turquesa les dará la mayoría que requieren». Lo comenta Francisco Garfias en «Excélsior».