«De pequeño, Noel Díaz limpiaba zapatos por las calles de Tijuana para ayudar a su madre. Ahora vive en Los Angeles y dirige una emisora católica de radio y televisión. Una hora después de que el vuelo del Papa partiera de Roma con destino a Estados Unidos y Cuba, Noel le contó la historia a Jorge Mario Bergoglio y le pidió que en homenaje «a tantas personas que trabajaban duro para llevar el pan a casa», le permitiese limpiar sus zapatos negros. El Papa dijo que sí y a 11 mil metros sobre el nivel del mar, y ante la mirada de 76 periodistas, agarró un cepillo y un cepillo y volvió a ser aquel pequeño limpiabotas de Tijuana». Lo escribió Pablo Ordaz en «El País» y lo subió Gilberto Hazz Diez al Facebook.