«Una buena, aunque ni tanto: la Cámara de Diputados ya tiene un Código de ética que busca evitar que los legisladores incurran en faltas tan obvias como sesionar borrachos, recibir regalos o abusar de su poder. Una mala: 26 votaron en contra y hubo 35 abstenciones. Una peor: 121 legisladores (casi 25 por ciento de la Cámara) ni siquiera se tomaron la molestia de acudir a la sesión». Lo comentan en «Templo Mayor» de «Reforma».