«A los comensales de conocido restaurante de Polanco- en la CDMX- les llamó la atención el inusual movimiento de camionetas y descenso de damas para instalarse en la mesa de una chaparrita cuervo de uva. Ellas acudían al llamado de la senadora Erika Ayala Ríos. Hay de dos… o Erika trató asuntos con relación al Género, o es su despedida como Senadora ante el posible regreso de Héctor, o por qué no, pedir su apoyo en pos de la dirigencia del PRI en Veracruz». Es parte de lo que escribe el señor de doña Brenda Caballero.