Entré contento cierto día a su oficina, en México, y le entregué un libro que describe audaces negociaciones de magnates internacionales de medios de comunicación. Lo tomó, agradeció el obsequio y me aclaró: “No acostumbro leer libros. Sólo cuando viajo en el avión, los hojeo a veces, pero éste voy a leerlo”.
En otra ocasión, cuando le llevé mi libro Vivencias, alguien se me había adelantado. Seco, me advirtió: “Ya lo vi y no me gustó. Estoy pensando en ponerte una demanda por lo que escribiste. Lo platicaré con Eduardo Andrade Sánchez y te aviso”.
Este efímero encuentro con don Mario fue en 2006, meses antes de renunciar a la dirección de El Sol de Córdoba, donde fungí seis años.
Allá por 1996 o tal vez en 97, nos convocó a una reunión a directivos de medios de la Organización Editorial Mexicana.
Presumió y celebró las recientes adquisiciones por parte de OEM de los periódicos La Prensa y Diario de Xalapa y nos narró una anécdota. Entre los convidados estaba también Manuel Márquez Ortiz, entonces subdirector del Sol Veracruzano.
–“Me encontraba yo en París, cuando me informaron que un tal Pepe Valencia se oponía a que yo comprara el Diario de Xalapa. Me dije: quiero conocer a ese guerrillero… y lo nombré director. Me resultó bueno y aquí lo tienen”, expresó don Mario y dirigió su profunda mirada de águila hacia mí.
Cuando el Sol de Córdoba –que antes se llamaba El Sol del Centro, pero persuadí a don Mario de cambiarle el nombre y modernizar su diseño–, cumplió 29 años, le pedí que asistiera al festejo y aceptó. Como invitados especiales a la celebración de este aniversario estuvieron, entre otros, Fidel Herrera Beltrán, Dante Delgado Rannauro y Domingo Muguira Revuelta. Fue en 2004.
Durante la comida, en el Hotel Villa Florida, anunció a los presentes:
“Voy sólo a los quinquenios de mis periódicos, pero como aquí tengo un director muy pediche, me convenció de venir por los 29 años del Sol y también me pidió edificio nuevo. El próximo año vengo a inaugurarlo”.
En el 2000, antes de que se lo informara personalmente, se enteró que yo aspiraba a la presidencia municipal de Xalapa. Me llamó y amablemente me reprochó: ¿Por qué te vas por el PRD? ¡Vas a perder!
Le respondí que presentía que el PRI perdería. Yo tampoco gané.
Después de las elecciones, me recibió de nuevo en su despacho y, socarrón, me espetó: ¡Te dije que ibas a perder! Adiviné en él una reprimida carcajada que se quedó en sonrisa.
Me mandó a Córdoba como director del Sol. En el Diario de Xalapa ya me había sustituido Sonia García García.
Descanse en paz, don Mario Vázquez Raña.