Una vez que culmine el proceso electoral, pasando el 7 de junio todos auguran que la gran carrera por la gubernatura arrancará de inmediato.
La opinión generalizada en la zona centro es que el candidato a gobernador por un día o por 6 años debe ser José Yunes Zorrilla o Pepe Yunes, como es conocido y reconocido el Senador de la República.
También es cierto que el principal obstáculo que tiene Pepe Yunes está en la calle de Enríquez en Xalapa, donde a toda costa tratarán de imponer en la próxima por dos años al actual candidato a diputado federal, Erick Lagos Hernández.
Algunos “mal pensados”, afirman que en el Veracruz que todo se puede, después del 7 de junio se concluirá la reforma electoral y en ese paquete irá que el Congreso del Estado se convierta en el gran elector, aunque se viole la constitución, se jugarán el todo por el todo en la designación del fidelista Lagos.
Pero por si las dudas y sabiendo que no existe aspirante a gober con mejor posicionamiento que Pepe Yunes, la maquinaria ha iniciado el proceso de descalificación y ya lo balconean dentro de las filas de Miguel Ángel Yunes Linares, en acción nacional.
No importa que el Senador en muchas ocasiones haya fijado en todo el territorio veracruzano su posición de priista. Que Pepe Yunes, sea de los pocos militantes de este partido que en sus días de descanso realice labor de proselitismo en pos de los candidatos del revolucionario, aquí lo que interesa es difundir diferentes versiones que le construyan un clima de enrarecimiento a su figura política.
Cuánta razón tiene un cordobés, de los muchos que creen que debe ser Pepe Yunes el candidato a gobernador priista si es que se quiere ganar, al expresar: “Si Pepe no es, el que quiera ser sino no lleva su venia igual se pierde”, y es cierto.
Y es que la construcción de un candidato al gubernatura en la persona Yunes Zorrila, a nuestro punto de vista se inicia desde que fue presidente municipal de su natal Perote: “Algún día seré gobernador de Veracruz”, comentó hace varios años Pepe Yunes a un grupo de amigos y lo publicaron algunos de los comunicadores convidados a la nota.
Pero no hay de otra, lo que dicen los priistas confirma, que quien quiera ser gobernador en el último caso que no sea Pepe Yunes, tendrá que negociar con él, salvo que se encaprichen y quieran tener la peor de las derrotas.
En una elección constitucional, las últimas encuestas, revelan la gran ventaja del posicionamiento del dos veces diputado federal, muy por encima de cualquiera de sus contrincantes y de los jóvenes de la fidelidad, ni se diga.
Habría que agregar que si hablamos de la fidelidad, la guerra interna por la decisión de quien tendrá la última palabra de este grupo, se asegura que se da fuertemente entre los 3 prospectos y por cierto los tres candidatos a diputados, uno por Tuxpan, otro por San Andrés Tuxtla y el de Acayucan.
El escenario aún no está concluido. La elección aunque sea de dos años debe ser constitucional, esperemos a que pase el siete de junio para saber si se hace lo que dice la carta magna o se llega a otras circunstancias más complejas, como el de pretender colocar un interino después de una elección constitucional…Ojala estemos equivocados, porque piensa mal y acertarás.
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