Para nadie es un placer verse afectado por un bloqueo de calle o de carretera debido a una protesta pública en la que nada se tiene que ver. La molestia en contra de quienes de esa manera muestran su inconformidad se hace manifiesta, y no es para menos. Pero estas contrariedades son producto de un síndrome acentuado en la realidad veracruzana de los últimos años, tienen origen en un sistemático incumplimiento del gobierno del estado a las demandas de una población en la que se despertaron grandes expectativas de un futuro promisorio que no se concretó en los hechos de estos últimos años.
La sequía económica que aflige al el gobierno no permite inferir otras conclusiones, ya que la única vía para conseguir dinero es el préstamo, es decir, recargar aún más la onerosa deuda pública, circunstancia que obliga a deducir también que este gobierno prácticamente ya cerró las cortinas, pues aunque en el discurso se exprese lo contrario el dato duro de la realidad lo confirma ¿qué podrá hacer en estos últimos 16 meses del periodo de gobierno teniendo encima un proceso electoral para formalizar el relevo y con un presupuesto federal de base cero que cancela cientos de programas y rebaja el envío de participaciones a las entidades federativas? Y esto último es particularmente más grave para Veracruz y otras entidades con deuda pública elevada pues, como es el caso nuestro, un alto porcentaje de las participaciones federales ya está comprometido por créditos anteriores.
Sería prosaico asegurar que lo peor está por venir, pues un gobierno en vísperas de su conclusión carece del impulso de sus inicios, políticamente ha perdido vigor, aunado a problemas insolutos que se han venido acumulando potenciando una mayor tensión social. Y de estos no son pocos en la entidad veracruzana, porque aparte de la inseguridad pública que agobia a la población y per se forma un grueso expediente, están otros de no menor importancia social que permanecieron en el rango del cumplimiento por minuta, y que ya añejos generan la fuerte presión que gravitará en los últimos meses sobre la gestión duartista.
Vayamos a la realidad: el miércoles se produjo en la autopista México-Veracruz el enésimo bloqueo carretero, fue organizado por pobladores de Soledad Atzompa hastiados por el incumplimientos de compromisos previamente contraídos, avalados en minutas cuyos firmantes por el cargo público que desempeñan debieron ser garantía de su ejecución.
Como este, otros muchos permanecen en expedientes sin cumplir. Allí está el caso ya clásico de la Presa Yuribia, el dolor de cabeza permanente en el sur del estado, pesimamente negociado desde 2005 con vecinos de Tatahuicapan en base a costosas erogaciones que sólo son paliativos y terminan por prostituir corrompiendo a la gente de la sierra de Soteapan al proporcionarles dinero fácil. De cualquier manera, porque no cumplían con los acuerdos, el 7 de marzo de 2012 bloquearon por muchas horas la autopista Isla-Minatitlán, con análogas implicaciones en lo ocurrido este miércoles en la México-Orizaba.
Todo ese estropicio es producto de compromisos acordados en minutas que se han ido acumulando y agravándose por el viciado método del aplazamiento, cuya raíz está en la falta de recursos económicos.
Revísense los compromisos contraídos por los negociadores del gobierno en Tatahuicapan en 2005 y se descubrirá que la mayoría están pendientes ocho años después.
Más cercano tenemos la noche del 27 de enero del año en curso cuando 32 agentes y subagentes municipales de Zongolica y Mixtla de Altamirano se entrevistaron con Gerardo Buganza Salmerón a quien platearon asuntos sobre la infraestructura carretera en la sierra; los acompañó la alcaldesa de Mixtla de Altamirano, María Angélica Méndez Margarito; minuta de por medio concluyó la reunión tras la que agendaron que el 9 de febrero se iniciarían los trabajos del puente Atlahuitzia; en tanto que el 16 de febrero se reiniciarían los trabajos en el camino Temaxcalapa-Chicomapa-Laguna Chica, también se rehabilitaría el camino Piedras Blancas-Hostoc, y La Quinta-Apanga-Zacaloma; además de Totolacatla-San Sebastián, así como la culminación del camino Mixla-Tlaxcantla. De este compromiso ni el 50 por ciento se ha cumplido.
Pero ya todo es cuestión de minutas recicladas, simples analgésicos que solo encubren el mal, para nada resuelven. En Mixtla de Altamirano la presidenta municipal ha declarado su inconformidad porque los recursos del FONDEN no le llegaron. Se acordó que cinco caminos serán con asfalto y 15 serán revestidos, pero se antoja muy difícil que vayan a concretarse, atendiendo las difíciles circunstancias financieras por las que atraviesa la administración pública estatal.
En Los Tuxtlas, en lo que va del año han obstruido en tres ocasiones el tramo carretero San Andrés-Catemaco, o sea tres minutas contemplan los compromisos suscritos con la Organización del Gobierno Autónomo Indígena.
Del 15 al 24 de septiembre del año pasado pobladores de Motzorongo tomaron la carretera Motzorongo-Tezonapa, intervino Gerardo Buganza, que estaba en la SIOP y se firmó la minuta correspondiente con acuerdos muy precisos: reiniciar la segunda etapa del drenaje que se había dejado inconclusa; respecto al camino Omealca-Tezonapa la dependencia rehabilitaría los tramos más dañados, en tanto se aprueba un proyecto de una carretera de 25 kilómetros de Motzorongo a Laguna Chica cuyo costo asciende, a precios actuales, a 180 millones de pesos, se firmó el compromiso de construirla a partir de este enero. Nada se cumplió.
Este es solo uno de los paquetes que recibirá quien llegue al gobierno en 2016, agrégase el del campo en donde el abigeato sienta sus reales, una economía con pírrico crecimiento, un elevado segmento poblacional que concentra la pobreza, le quedará el consuelo que lo de la inseguridad es asunto de casi todo México. Para aquellos que se apuntan para la sucesión con el inercial propósito de beneficiarse en el cargo, porque este ha sido el paradigma en los últimos años, habrán de saber que Veracruz ya no aguanta más peso que el que lleva.
alfredobielmav@nullhotmail.com sociedadtrespuntocero.com
5-julio.