Esa es la fecha de la fundación de la entonces Villa de Córdoba. Tal evento obedeció a la necesidad de contar con un lugar adecuado para resguardar tanto a personas como a mercancías de los ataques que los negros cimarrones realizaban en lo que era camino real. Fueron varios vecinos de poblaciones cercanas quienes solicitaron al entonces Virrey Diego Fernández de Córdoba su anuencia para tal fundación. Esto estuvo autorizado por el entonces rey de España Felipe III.
De entonces a la fecha mucho ha ocurrido, y la hoy cumpleañera vivió momentos de inolvidable y heroica grandeza en los nombres de muchos de sus hijos y buenos vecinos. Excelsos son los episodios de la Batalla y del Tratado allá por 1821, pero no menor su gesta y contribución a la domesticación del café y del mango también por esos años caóticos. Tan intensos fueron esos eventos que en 1830 a través de un decreto le fue concedido el título de Ciudad; en 1880 la nombraron Heroica y de 1916 a 1920 fue capital del estado.
No hay que olvidar que mucho de su grandeza y bonanza se ha debido tanto a su estratégica ubicación en un paraje de grandes bondades como a la contribución de sus habitantes originarios así como a muchos migrantes que acá han llegado y se han quedado, ya por la fuerza, ya por su cuenta (africanos, españoles, italianos, árabes, franceses, y en el siglo pasado hasta migrantes del lejano oriente de los pueblos hermanos del Japón, China y Corea). A esta policromía étnica y cultural, a esos afanes de construir un mejor lugar para vivir, me parece se debe ese gran sentido de libertad y de esperanza que a todos los cordobeses nos sigue permeando. En cada una de las viejas familias de esta tierra existe una historia de fe y de esperanza, historias de libertad y de trabajo, de cariño y solidaridad. Historias que aun sirven para fraguar la construcción de un porvenir lleno de bondades.
Hoy, a 398 años de su fundación. Córdoba vive un compás de espera. Me parece que están dadas las condiciones para generar una alianza estratégica con los municipios vecinos (ya sea a través de las Zonas Metropolitanas o cualquier otro proyecto de desarrollo regional). Sigo insistiendo en que la generación de empleos mejor pagados y de mejores condiciones de vida en mucho depende de nuestra visión y de nuestra participación como ciudadanos. Debemos participar más activamente y descubrir junto con nuestras autoridades las mejores opciones de desarrollo (y las autoridades debieran fomentar tal participación). Debemos ser solidarios con nuestros vecinos de Orizaba para consolidar sus esfuerzos que van en el mismo sentido. Somos complementarios.
Feliz cumpleaños pues a Córdoba y a todos los cordobeses. Al celebrarlo no solo pidamos un deseo: trabajemos por él.
Último sorbo: muchas son las noticias negativas que a diario nos despachamos en los medios de comunicación. Al verlas solo emitimos quejas más poco hacemos por mejorar las actuales circunstancias. Aunque vale decir que tampoco vemos mucho de nuestros actuales representantes en los Congresos local y federal, y menos del Poder Judicial. Queremos que haya consecuencias para los infractores ¿Es mucho pedir?