Como la mayoría de los mexicanos, no asisto, pocas leo y excepcionalmente analizo informes de gobierno o de funcionarios, todos hablan de lo mismo y con la misma orientación: siempre dicen haber hecho más y mejor que sus antecesores.

No obstante, en el caso que comento, tuve que hacer una excepción, se trata de la salud, un derecho y una necesidad ante la cual pienso y creo, todos deberíamos sentirnos y ser corresponsables. No hay escapatoria, si no participamos, si no nos sentimos y actuamos así, desde el espacio familiar o incluso estando hospitalizados, vale más que no nos quejemos.

Por eso he propuesto que en lugar de supuestas contralorías sociales el ISSSTE convoque y abra un registro de auténticos derechohabientes observadores voluntarios y que en esta cultura, todos los trabajadores del instituto vean la cooperación de un aliado y no problemas o enemigos. ¿Será posible Sr. Director General?

El ISSSTE es una institución que solo el año pasado tuvo una derrama económica en Veracruz de 11, 000 millones de pesos y por si fuera poco es el sustento de 45 mil 715 pensionados y jubilados. Lo fundamental, es que este instituto se ocupa de los servicios sociales y de la salud de 547 mil derechohabientes existentes en el estado.

Muy organizado y de concurrencia representativa fue el evento en el que delegado estatal Renato Alarcón Guevara rindió su primer informe de labores ante los miembros del Consejo Consultivo y en presencia Antonio Godina Herrera, Secretario General del ISSSTE en representación de Sebastián Lerdo de Tejada, Director General del mismo. Presentes también estuvieron Américo Zúñiga Martínez, Presidente Municipal de Xalapa, un representante del Gobernador, entre otros, además de médicos, administrativos, dirigentes sindicales, de organizaciones sociales, medios de comunicación, y algunos miembros de la vieja clase política.

Cifras de obras, acciones y resultados -ya difundidos por la prensa- hacen evidente que Renato Alarcón encabeza un equipo que trabaja, optimiza procesos y recursos y lleva a cabo una “sacudida” institucional a la vez que introduce cambios con el apoyo de sus jefes y sobre todo de los servidores del propio instituto. Quizá no de todos, como sería deseable.

Esfuerzos y frutos lo constató el Consejo Consultivo y demás invitados. Al concluir, un nutrido aplauso se llevó el delegado así como el reconocimiento del representante del Director General, alto funcionario que en su intervención destacó que el instituto da servicios y prestaciones a 12 millones 700 mil mexicanos o sea 10% de toda población; es el sexto empleador con 102 mil trabajadores y, si fuera banco, sería el tercero en créditos personales.

Actualmente tiene la segunda red hospitalaria más grande de México, después del IMSS. Recientemente, para recuperación de la dignidad del pensionado eliminó la “revista” para acreditarse, ahora es tarea del instituto. Añadió que se fortalece la infraestructura hospitalaria en todo el país y que la derrama de pensionados es de más de 7 mil millones de pesos anuales en beneficio de las economías locales.

En resumen, en Veracruz hay buenos resultados y ahora se trata de sostener el ritmo, cuidar los servicios de aquellos empleados que son traidores a la institución que les da de comer. El delegado tendrá que picarle las costillas (o los callos) a los que aún viven en el pasado, continuar con las visitas sorpresa, sin contemplaciones fincar responsabilidades cuando proceda, seguir cuidando los recursos, apoyarse y alentar a los que hacen su mejor esfuerzo y emprender una campaña permanente de promoción de la salud orientada a desarrollar la corresponsabilidad de los derechohabientes porque sin cultura preventiva seguirán creciendo los costos de los servicios y no habrá presupuesto que alcance. ¡En buena hora que se incrementaran los servicios ambulatorios! Acercar los servicios médicos a la población es un paso para adelantarse a complicaciones que son más costosas cuando se acumulan.

Varias reflexiones suscita el hecho de informar y la forma de hacerlo que valdría la pena lo tomaran en cuenta los demás delegados federales y, particularmente, aquellos que su miopía política no les da más allá de preocupaciones cosméticas como sí la imagen gubernamental fuera simple venta de jabones, pasta dental o productos de belleza objeto de la publicidad y la mercadotecnia en lugar de un reto de resultados que deben ser reales y medibles.

1- Consecuente con una visión moderna de las instituciones públicas y obligado a fomentar la cultura de equipo, RAG compartió felicitaciones y méritos con médicos, enfermeras, administrativos y todos aquellos que con sus actitudes y esfuerzos cooperaron en la dirección correcta a que les convocó y que no es otra que la exigida por ley, por las circunstancias, por la razón y por los derechohabientes: o son de los servidores públicos que por años han contribuido a degenerar las instituciones que la historia registra como conquistas sociales de los trabajadores, o son de los que se ponen la pila y abonan esfuerzos con calidez, valor y resultados reales (no mediáticos) en favor de procesos regenerativos y humanizadores de ISSSTE.

2.- A este perfil es ajeno al más caro de los engaños, el autoengaño: sabe el funcionario que sólo se han dado los primeros pasos, que faltan muchos y que la carga genética del cuerpo humano pesa, está viva, arrastra aún con la fauna comodina y parásita y que sería ingenuo subestimar. Pesa el sindicalismo egoísta que antepone sus intereses al deber de servir. Por eso el estilo republicano de rendición de cuentas y por eso el exhorto a redoblar esfuerzos del representante Sebastián Lerdo de Tejada y del propio delegado. Por eso también el mensaje del Director General video grabado apuntando en esta dirección. Los derechohabientes tienen la mejor memoria institucional y saben que si las mejoras dependen de un funcionario, pueden ser inciertas y efímeras ya que ninguna cultura cambia de la noche a la mañana, que el cambio si no se profundiza no se consolida, que de “reformadores” también se disfraza la contrarreforma de viejos y nuevos y resistentes virus que en un parpadeo se pueden reempoderar y sin piedad desmantelar lo que recién se ha renovado.

3. El primer informe del delegado del ISSSTE se desarrolló bajo un formato abierto, plural de cara a la sociedad que con sus respectivas adecuaciones deberían adoptar todos los delegados federales que casi nunca le preguntan y menos le informan a la sociedad civil de las entidades sino únicamente al jefe o titular de su secretaria u organismo; una práctica contraria al espíritu republicano que se supone subyace en la rendición de cuentas. Después de todo, el destinatario de las dependencias federales es población de cada estado y si el balance es aprobatorio o no, el juicio que políticamente legítima, en este caso, es el que proviene del derechohabiente y no el de los jerarcas del gobierno central.

Apenas una hora antes del citado informe, traté de explicar estas ideas a servidores de la Secretaria de Gobierno en ocasión del Taller Identidad Gubernamental organizado por la Dirección de Desarrollo Político: ninguna reforma del estado mexicano será viable sin autentica transparencia, verdadera rendición de cuentas a la sociedad y una cultura política renovada de todos los servidores públicos en la que ya no caben muchos y si no, que a todos los servidores públicos federales, estatales y municipales se les aplique una prueba anual de evaluación como a los maestros.

Estoy seguro que habría muchos reprobados, desde el más modesto cargo hasta de la más alta jerarquía. También muchos leales, comprometidos, honestos, productivos y, desgraciadamente, ignorados o enviados a las áreas donde no incomoden a los usurpadores. La cooperación de los más- los derechohabientes en este caso- puede ser la fuerza que contribuya a poner a cada quien en su lugar y así revalorar al auténtico servidor público en beneficio de aquellos a los que se debe: los derechohabientes, entre los que me encuentro desde hace décadas.