Eso de las candidaturas independientes, no es nada nuevo. Toda la vida han existido. La novedad es que ahora el deteriorado sistema de partidos es quien reconoce que las necesita y les da paso siempre y cuando no adquieran preponderancia.

¿ Porque será que en la última Reforma Electoral fue el grupo parlamentario del PRI un activo promotor de esta figura de representación? No se piense que es idea suicida. Para nada. Es a la inversa, se trata de una estrategia del poder para reformar el sistema de partidos que bastante deteriorado se encuentra.

Se trata de estimular una capacidad que se ha venido atrofiando y es la de renovarse así mismo; Ahora se busca que sea mediante la presión externa de grupos y candidatos independientes.

Como estrategia, también se le conoce como “judo político” o el arte de utilizar la fuerza del adversario para beneficiarse. Conforme el carácter diverso de la sociedad así también surgen las candidaturas independientes cuya institucionalización o incorporación al Congreso contribuye a legitimar a las demás fuerzas, o sea PRI, PAN, PRD, Y DEMÁS PARTIDOS.

En los hechos de cada distrito, este proceso no está, – como no estuvo el reciente- libre de dificultades y conflictos.Empero, eso no es problema, pues en tal terreno es que se mueven, como pez en el agua , los “operadores especializados” versión actualizada de los antiguos “ingenieros electorales”.

Así las cosas, la selección de candidatos, incluyendo los “independientes”, como quién triunfará y quién no, en no pocas ocasiones, es resultado de la concertacesion, herramienta salinista que ha evolucionado con el respaldo y empuje de la acción mediática, la fiscalización pervertida y el ajuste recíproco de “colas”. Bajo estas condiciones todo o casi todo proceso electoral es negociable y si es cuestión de recursos financieros, sale barato diría el maestro de maestros.

Dicho en forma simple, las candidaturas independientes, para los ciudadanos así seleccionados puede significar lo que quieran pues lo que importa es lo que significan para el sistema político y quienes controlan su dinámica. O sea, hablar de candidaturas independientes es hablar de estrategias de “renovacion ciudadanizada” del sistema de partidos. No lo digo yo sino las inteligencias que lo procrearon. Que surjan ingenuos que vean en esto “la apertura democrática” es parte del folklore.

Recientemente el dirigente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones, declaró que no está de acuerdo con los “candados” que las legislaciones de siete Estados, incluido Veracruz, impusieron a las “candidaturas independientes”, razón por la cual, el Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional, añadió, presentará una controversia constitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para echar abajo las leyes anti-candidaturas independientes. Y es que de acuerdo a Manlio Fabio Beltrones Rivera, él mismo impulsó las candidaturas independientes en 2010, y agregó que esta nueva figura democrática “hará que todos los partidos políticos volteen a las causas de la ciudadanía”. O sea se trata de una reforma para sacudir la burocracia partidista y reducir la distancia que ha separado la dirigencia de sus bases. La Jornada 17/Sep/2015.

¿Permitirán los partidos tradicionales que las candidaturas independientes avances y extiendan su poder al extremo de ser una amenaza real para ellos? El hecho de que México lleve ya varios sexenios con Presidente minoritario acaso no es una señal evidente de que puede surgir sorpresivamente un “bronco”¶ para 2018?

Esta posibilidad es la que “se estudia” en el juego de riesgos calculados de “las candidaturas independientes” las cuales deberán expresar la pluralidad que cada entidad federativa requiera. Es proceso y también experimento “de la grande” del que unas organizaciones fueron seleccionadas para entrar fortalecerse, otras para entrar en coma, desaparecer, nutrir el esquema de alianzas o dar nacimiento a nuevos registros que para eso se crean los fondos.

Como dijo el gran Seneca “No hay nadie menos afortunado que aquel a quien la adversidad olvida, pues no tiene oportunidad de ponerse a prueba”