Al terminar la elección de diputados federales, el 8 de junio pasado comenzaron a salir publicaciones de GB, generando bienestar, la agrupación política del secretario de Gobierno felicitando al Bronco por su triunfo en Nuevo León, lo cual hizo pensar a mucha gente que el Ing. Gerardo Buganza sería el próximo candidato independiente a la gubernatura, sobre todo porque no se ha afiliado al PRI, y ya tiene cinco años que renunció al PAN. Sin embargo, todo parece indicar, que lo que más le conviene después de la reacción a esa propaganda es ir de candidato a diputado local en la plurinominal uno del Partido Revolucionario Institucional. Lo cual demostraría varias cosas, como el caso de que el gobernador es agradecido con quien le sirve lealmente, y también que los estatutos del PRI se utilizan a contentillo de quien manda.

Si quitamos a Buganza de la posible candidatura independiente con viabilidad de tener éxito, quedan muy pocos aspirantes que pudieran ganar en caso de lanzarse como independientes, de hecho, por mi escaso conocimiento de la élite política de Veracruz, me atrevería a decir que hay un solo candidato que pudiera ganar la elección siguiendo el mismo camino del bronco, es decir ser primero un excelente alcalde y luego ganar la gubernatura.

En la zona centro de Veracruz hay un grupo político que ha cambiado el municipio de Orizaba en tres administraciones. Primero fue alcalde Juan Manuel Diez, y comenzó una obra de tal magnitud que en poco tiempo comenzó a diferenciarse su municipio de los de los alrededores. Orizaba competía con Córdoba, siendo una ciudad industrial, mientras que Córdoba era comercial.

Vino después Hugo Chaín, quien continuó la obra de Diez, distanciando aún más a Orizaba del resto de los municipios, ya no sólo aledaños, sino de todo el estado. Y hoy tenemos otra vez a Juan Manuel Diez en la presidencia municipal, cosechando lo sembrado, a tal grado que Orizaba ya se puede considerar el tercer municipio en cuanto a avance social y económico de todo el estado, sólo debajo de Veracruz y Boca del Río.

Las ciudades que otrotra competían con Orizaba hoy han quedado rezagadas, por la falta de visión de sus gobernantes. Se justifican siempre con el pretexto de que Orizaba es un municipio pequeño en extensión, que no tiene zona rural, que por ser todo urbano ya no hay rezagos en pavimentación y servicios, etc. Sin embargo en ningún otro municipio vemos a un alcalde que promueva la instalación de plazas comerciales, un teleférico o cualquier otro producto que atraiga al turismo regional. No vemos un solo municipio con la calidad de pequeños parques y plazuelas como Orizaba, los cuales son usados y disfrutados una y otra vez por sus ciudadanos.

La transformación que ha logrado Juan Manuel 10 y su equipo político en tres alcaldías consecutivas es tan notable, que ahora al llegar a Orizaba pareciera que uno cruzara el puente internacional de Laredo Tamaulipas a Laredo Texas. Hasta un recubrimiento especial le está poniendo a las principales avenidas, que le garantiza 10 años libre de mantenimiento y baches en todas sus vías principales.

Si su obra se llegara a conocer en todo el estado, serían muchos los que optarían por votar por un candidato independiente, con la esperanza de que Veracruz también sufra el mismo cambio a nivel estatal que Orizaba ha sufrido a nivel municipal.

Así como Orizaba se esta convirtiendo en el eje económico de la zona centro del estado, también Veracruz se podría convertir en el eje y centro de todo el sureste de México. Privilegio del cual el estado alguna vez gozó, pero que se ha visto mermado ante el empuje de ciudades como Villahermosa y Mérida que les han dado a sus estados también un lugar importante en la vida económica y social de esta parte de México.

Después del arrollador triunfo del PRI en la última contienda electoral federal, en la cual casi se lleva carro completo en las diputaciones federales, pocos pensarían que un candidato independiente pudiera tener esperanzas de ganar una elección. Sin embargo, el clamor de los veracruzanos por que su estado recupere el esplendor perdido es algo que mueve. El orgullo del veracruzano y su amor por Veracruz están por encima de cualquier preferencia partidaria. Así, un candidato independiente podría atraer a todos aquéllos votantes que no desean que el tricolor continúe en el poder, de tal forma que el voto útil de un 70% de los electores superaría con creces al 30% de los votos que obtiene normalmente el PRI en el estado.

Adelantando vísperas, se me antoja pensar que el partido en el poder no se quedaría con los brazos cruzados, y así como hubo el estímulo a votar por el gato Morris en una elección pasada, así también ahora, podría haber varios candidatos independientes con el fin de dividir el voto en contra. Sin embargo, resultaría muy difícil encontrar a un candidato que pudiera restarle votos a Juan Manuel Diez.

La moneda está en el aire, pues hoy, este futuro Bronco, trae acuerdos con algún precandidato, pero de no ser su gallo el elegido, seguramente optará por esta opción, que le garantiza el triunfo, ya libre de cualquier compromiso.

www.josecobian.blogspot.mx miguelcobian@nullgmail.com @jmcmex