El famoso cantante argentino Gustavo Cerati en “Lago en el Cielo” canción que interpretó en su último concierto dice: “Vamos despacio/para encontrarnos/el tiempo es arena en mis manos/un lago en el Cielo/es mi regalo”1
Eso es el tiempo, –que te enseña la paciencia de esperar y llegado el instante, aprovechar el momento– un regalo de vida que sirve para construir tu historia; una historia espectacular, genial, hermosa, tan grande como tu esperanza, tan grandilocuente como tus sueños.
Pues invitado por los prestigiados Doctores Marco Antonio Polo Scott, Dra. Beatriz Chávez Contreras, el fin de semana pasado, tuve un regalo de vida: participar en la Ciudad de México, en el VI Congreso Internacional de Tanatología del Siglo XXI, en el que intervenimos, con Conferencias Magistrales, 16 académicos de: Cuba, Brasil, Venezuela y México, con un auditorio superior a los 300 asistentes, entre ellos Doctores y Maestros en Tanatología, Maestros en Psicología, en Psicooncología, en Trabajo Social, Médicos, Psicoanalistas, Psiquiatras, especialistas en la Conducta Humana.
En agradables jornadas de tres días, durante 24 horas, se llevaron a cabo también Talleres y Encuentros de Psicopedagogía, Psicología, Gerontología, Psicooncología, Trabajo Social, en los que participaron 15 especialistas. En el Congreso, se entregó la Medalla al mérito Tanatalógico al Dr. Raúl Carrillo García, por sus extraordinario trabajo, por hacer de la Tanatología del siglo XXI una Historia de éxito.
Es un regalo de DIOS, encontrarse con tantos seres de amor incondicional, que bajo el principio de la escolástica: “Cuantas veces so pretexto de enseñar… llegamos a aprender”; aprender que la vida es un breve instante para escuchar los sonidos del silencio del corazón, para amar, ser amado, creer en ti mismo, crear y trascender.
La muerte es un tema instalado en todas las culturas, en todos los tiempos, pero el ser humano se preocupa tanto por ella, se angustia por el instante de su llegada, por el momento de la partida, que se olvida que tener la bendición y el privilegio de gozar del nuevo amanecer, que intrínsecamente es un símbolo del creador, que nos invita, en el aquí y el ahora… a ¡ser inmensamente feliz!
A dejar de vivir en el círculo vicioso del miedo, en el papel de víctima, a auto sabotear nuestra evolución espiritual, a ponerle peros a cada paso de nuestro camino; mejor pasemos al círculo virtuoso del amor incondicional, que nos conduce a celebrar el milagro de la vida.
Para este viejo Filósofo, que importante es reconocer que el universo es un vasto conjunto de símbolos. Mi querido maestro, el sabio Dr. Marco Antonio Polo Scott afirma que “el hombre siempre comunica, lo hace 7% a través del verbo, de la palabra y 93% a través del cuerpo, de una comunicación paralingüística.
Sun Tzu afirmó: “Las palabras no son escuchadas, para eso se hacen los símbolos y los tambores. Las banderas y los estandartes se hacen a causa de la ausencia de visibilidad.”2
Si bien la vida entera del hombre está llena de signos, señales y símbolos, hay tres eventos vitales que destacan por estar plenos de simbolismo: el nacimiento, el matrimonio y la muerte. Por ejemplo, encontramos como símbolo de la perfección, de la totalidad y de la eternidad, el “cero”, que aparece reflejado en el círculo, en la alianza matrimonial que representa la unión eterna con nuestra pareja y la unión con la eternidad.
A propósito del simbolismo del matrimonio el humor del mexicano dice:
“En Derecho Penal: Es la única sentencia a cadena perpetua que se cancela por mal comportamiento; Símbolo Filosófico: Situación en la que ninguna mujer obtiene lo que esperaba y ningún hombre espera lo que obtiene; Matemático: Suma de afecto, resta de libertades, multiplicación de responsabilidades, y división de bienes; Químico: Proceso por medio del cual una media naranja se convierte en un medio limón; Dietético: Forma más rápida de ponerse gordo; Símbolo Militar: ¡La única guerra… en la que se duerme con el enemigo!”
1http://www.musica.com/letras.asp?letra=852833
2 sun-tzu-en-el-arte-de-la-guerra