Originario de la ciudad de Tuxpan, Veracruz. Fue uno de los heroicos combatientes del Escuadrón 201 que participó al lado de las fuerzas norteamericanas librando batallas desde el aire, con base en Filipinas a donde se les asignó como base de sus operaciones y este mes de noviembre recordamos al destacado piloto de la Fuerza Aérea Mexicana.

Nació el 29 de noviembre de 1923, en el número 45 de la calle Libertad en donde vivían sus padres el señor Albino Vega Vázquez y la señora María Santander. Realizó sus estudios primarios en su ciudad natal en el colegio Enrique C. Rébsamen, posteriormente cursa la escuela secundaria que termina con éxito. Su padre comerciante de origen humilde, lo envía a la ciudad de México a cursar los estudios de Medicina , carrera que abandona debido a su afición por las aeronaves, la que lo lleva a ingresar en la Fuerza Aérea Mexicana.

Durante la Segunda Guerra Mundial, en el conflicto bélico entre los países del eje compuesto por Alemania, Italia y Japón, nuestro país sostenía una postura neutral ante los acontecimientos, pero por el ataque al buque “Potrero del Llano” que abastecía de petróleo a los norteamericanos, por un submarino alemán el 13 de mayo de 1942 frente a las costas de Florida, y siete días después nuevamente otro buque, el “Faja de Oro”, sufrió las mismas represalias, seguido por cinco ataques más, el presidente en funciones Manuel Ávila Camacho le declara la guerra a Alemania y realiza un Decreto Presidencial en febrero de 1944 formando un grupo de 300 hombres que se llamó inicialmente “Grupo de Perfeccionamiento Aeronáutico”, entre ellos iba Fausto Vega Santander junto a otros veintitrés veracruzanos como el xalapeño Héctor Tello Pineda, combatientes de Tantoyuca, Tlapacoyan, Martínez de la Torre y de otros sitios de la geografía de nuestro estado.

Una vez que la Cámara de Senadores autorizó el envío de tropas el primer día del año 1945 se forma el Escuadrón 201, una pequeña unidad con una indiscutible potencia de fuego, en ella iban los mejores pilotos y de equipo de apoyo en tierra, salieron por ferrocarril con rumbo a Texas. Después de los rigurosos exámenes fueron adiestrados con los conceptos más modernos, inicialmente se había determinado que realizaran incursiones en Europa pero debido a la identidad del idioma con los filipinos se decide enviarlos a la liberación del archipiélago de las Filipinas.

Es en el Escuadrón 201 en donde iba Fausto Vega Santander, sale de San Francisco a finales de marzo de 1945 en el buque Fairisle llegando a su destino 30 días después con el riesgo de ser atacado en cualquier momento por aire o por submarinos. Se les asignaron 18 aviones a los combatientes mexicanos, fueron 30 los pilotos que tuvieron incursión con los enemigos.
En total este contingente realizó 59 misiones, lanzó 252 bombas, se dispararon más de cien mil cartuchos y voló un total de 1966 horas en zonas de combate. Son recordados los actos heroicos de sus 10 combatientes caídos en batalla, como el del primero de junio cuando el joven de 21 años Fausto Vega Santander fue abatido por las defensas antiaéreas durante una arriesgada misión en picada contra un emplazamiento japonés, el ataque resultó ser un éxito pero con la baja de este héroe veracruzano. En las declaraciones del subteniente Miguel Moreno Arreola manifestó lo siguiente:

“Al efectuar el Segundo pique al blanco pude darme cuenta de que la maquina que iba adelante de mi piloteado por el C. Subteniente FAUSTO VEGA SANTANDER, hacia un barril hacia el lado izquierdo inmediatamente después de haber jalado para recobrar la picada, viendo a continuación como el avión caía en posición invertido produciendo una explosión”.

No hay tumba del joven piloto pero su nombre está marcado en varios monumentos en su honor, en la ciudad de Tuxpan el aeropuerto lleva su nombre, en el Bosque de Chapultepec hay un hemiciclo dedicado a su recuerdo y una calle de la ciudad de Xalapa hace honor a uno más de los veracruzanos ilustres.

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