En México, los homicidios dolosos por cada 100,000 habitantes bajaron de 23.5 en el 2011 a 16.5 en el 2014, según estimación de Eduardo Guerrero Gutiérrez, que publica en “¿Bajó la violencia?” (Nexos, febrero del 2015). El Inegi todavía no da a conocer los números oficiales de homicidios del 2014 y el autor, especialista en el tema, realiza sus cálculos al tomar como referencia la variación reportada del 2013 al 2014, por el SESNSP.

De acuerdo con esta proyección, la reducción es de 30 % con relación al máximo de crímenes dolosos que se alcanzó en el 2011 y sería la más baja desde el 2009, pero todavía muy lejos de los ocho o nueve homicidios dolosos por cada 100 habitantes a los que se llegó en el 2005, 2006 y 2007, que es el número más bajo en la historia del país.

En el 2014, a más de que los homicidios disminuyen hay otros delitos. Es el caso del secuestro, que se redujo en 15%, y la extorsión, en 28 por ciento. La caída de la violencia a nivel general ocurre, de acuerdo con Guerrero, por tres razones: en la mayoría de los estados baja la cifra, por acción de los gobiernos; la detención de grandes capos debilitó las estructuras del crimen y lo anterior los obliga a actuar con mayor discreción.

El investigador anota que también hay una baja en delitos como los sexuales, que alcanzaron su máximo nivel en el 2011 y a partir de ese año han disminuido en 20% y también el robo en carreteras, que en los últimos tres años ha caído en 30 por ciento. Hay, con todo, aumento en la extorsión presencial (cobro de piso), que crece en 151% entre el 2011 y el 2013, según la ENVE 2014.

En el 2015, el autor estima que continua la tendencia a la baja, pero también que la violencia seguirá siendo alta; que se mantiene la debilidad institucional; continúan los operativos federales en los estados de Guerrero, Michoacán, Tamaulipas, Chihuahua y Sinaloa; es posible pensar en el asesinato de algún candidato en el marco de la elección; habrá conflictos con y entre las autodefensas en los estados donde están presentes.

Los datos del autor señalan una tendencia, habrá que ver si se sostiene, pero reconoce que existen estados y municipios donde la violencia permanece; espacios donde los grupos del crimen disminuidos se reagrupan, tienen un tamaño menor, pero siguen igual de violentos; lugares en los que las autoridades locales son incapaces de asumir sus responsabilidades y sitios en los que las intervenciones del gobierno federal “parecen atrofiarse”.

La investigación, que desde hace años realiza Guerrero, director de Lantia Consultores, sobre el tema de la violencia, en particular de los homicidios dolosos, es un referente. Habrá que corroborar sus números con los que está por publicar el Inegi. Lo que arroja su estimación es que hay una reducción de este tipo de asesinatos. Se debe profundizar en las razones que explican estas estadísticas. Sobre eso vamos a tratar en otro artículo.

Twitter:@RubenAguilar