Jim Yong Kim, el presidente del Banco Mundial (BM), no es, como se podría pensar, economista o financiero, sino médico y antropólogo. Antes de asumir la presidencia del BM, el 1 de julio de 2012, se dedicó a trabajar a favor de la salud. Su biografía habla de un hombre comprometido con la lucha por mejorar las condiciones de vida de las poblaciones más necesitadas.

En 1987 funda Partners In Health, organización sin fines de lucro, para hacer frente a problemas de salud en poblaciones marginales. En los años noventa, ya recibido de médico y con un doctorado en antropología, a través de esa organización llega a Perú. En la región de Carabayllo se topa con un brote de tuberculosis mortal particularmente resistente. El costo del tratamiento por persona (15,000 dólares) es inaccesible. Con el apoyo de un filántropo de Boston consigue el dinero para comprar los medicamentos.

El siguiente paso es diseñar una estrategia para distribuirlos. Así, crea un equipo de trabajadores comunitarios para hacer llegar los combinados de medicinas que se requieren para curar la enfermedad. En cuatro años logra tasas de curación del 80%. La Organización Mundial de la Salud (OMS), impactada por los resultados, decide adoptar y globalizar la estrategia. A partir de entonces miles de pacientes en todo el mundo empiezan a recibir el tratamiento diseñado por el doctor Kim.

La OMS, entonces, lo recluta para hacer frente al problema del VIH-SIDA. Kim cambia la estrategia que venía operando y pone en marcha un plan para dar tratamiento a tres millones de portadores. A partir de entonces, los más pobres pudieron acceder al combinado de antirretrovirales para enfrentar la enfermedad. La universalización del tratamiento hizo que el VIH-SIDA dejara de ser un mal que necesariamente llevaba a la muerte, para convertirse en una enfermedad crónica como hay otras.

A este médico y antropólogo es al que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, nominó para asumir la jefatura del BM y con el apoyo estadounidense se hizo del cargo. La idea es que Kim, con su experiencia, haga del BM un instrumento que contribuya a mejorar la calidad de vida de las poblaciones más pobres y desatendidas de todo el mundo. Ahora él es responsable de que se cumplan los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS).

Jim Yong Kim, nació en Seúl, Corea del Sur, el ocho de diciembre de 1959. A los cinco años de edad se trasladó con su familia a vivir en Estados Unidos. Creció en el estado de Iowa. Sus padres fueron destacados profesores universitarios.

Estudia en la Universidad de Iowa y en la Universidad de Brown, donde se gradúa magna cum laude en 1982. En 1991 obtuvo el título de Doctor en Medicina de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard y en 1993, un doctorado en antropología por esa misma universidad. Está casado con la Dra. Younsook Lim, pediatra, con quien tiene dos hijos hombres. Se nacionalizó estadounidense.

Dirigió el Departamento de Salud Global en la Escuela Médica de Harvard y fue cofundador y director ejecutivo de Partners In Health. En 2009 ocupó la presidencia del Dartmouth College, una de las instituciones académicas más prestigiosas en Estados Unidos. Su gestión a cargo de la institución es muy reconocida. Kim funda el Dartmouth Center for Health Care Delivery Science, instituto multidisciplinario dedicado al desarrollo de nuevos modelos para la prestación de servicios de atención de salud y a la obtención de mejores resultados sanitarios a un menor costo. Él, antes de asumir la presidencia de Dartmouth fue profesor de la Escuela de Medicina y la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard y presidente del departamento en el Brigham and Women’s Hospital de Boston. También fue director del Centro Françis Xavier Bagnoud para la Salud y los Derechos Humanos de Harvard.

En 1987, Kim fue uno de los fundadores de Partners in Health (PIH). En su momento esta organización cuestionó la opinión generalizada de que la tuberculosis y el VIH-SIDA no podían tratarse en los países en desarrollo, por falta de recursos, y combatió con éxito estas enfermedades mediante la integración de programas de tratamiento a gran escala en la atención primaria de salud a nivel comunitario. Como director del Departamento de VIH-SIDA de la OMS lanzó una innovadora estrategia que se puso en marcha en septiembre de 2003 y alcanzó finalmente su objetivo en 2007.