“Los impuestos no son populares para nadie, ni para nosotros”, fueron las palabras del diputado Francisco Garrido, presidente de la Comisión de Vigilancia del Congreso local, a reporteros y fotógrafos que ya lo esperaban para saber su opinión sobre el Impuesto sobre Erogaciones por Remuneraciones al Trabajo Personal, mejor conocido como el 2 por ciento a la nómina que el día de ayer se votó en el Congreso Local para pasar al 3 por ciento.

Contrario a lo que se pensaría, el diputado no estaba en el Congreso esperando la sesión solemne donde aprobaría el aumento de dicho impuesto, sino que se levantó más temprano para hacer una escala en el salón Sutermdomo, donde empresarios afiliados a la Canacintra-Xalapa realizaban su reunión mensual con su presidente Antonio Pino Aguilar.

Allí, el diputado, antes de escuchar a los empresarios, compartió algunos comentarios que le hacen algunas personas: ¿Qué necesidad tienes de meterte en estos líos cuando tu carrera está en ascenso?

La pregunta fue con relación a que se ha reunido anteriormente con los empresarios que están descontentos con este aumento que era inminente. Confiesa que trata de actuar de manera responsable y por eso se pone frente a ellos, para escucharlos y darles la cara, cosa que se le reconoce a Paco Garrido, pues ha sido el único que se reunió con los empresarios.

Aunque más que escucharlos, parecía que el diputado iba a convencerlos, pero no con dinero, versión que se estuvo manejando en días anteriores, al decir que los estaba “billeteando”, sino con diálogo.

Garrido trató de tranquilizarlos y darles la seguridad de que seguirá existiendo el Fideicomiso, así como también el aclarar el malentendido de que lo recaudado no se empleará para el pago de adeudos.

Quiso verlo menos malo al decir que otros estados del país también aumentaron la tasa de sus impuestos para incrementar sus recursos. Incluso, el diputado expuso que si Veracruz recaudaba más, esto se vería reflejado en participaciones federales.

Reconoció que en el proceso de fiscalización existe la corrupción e impunidad, pero que no es exclusivo de nuestro estado, sino son factores que afectan a nivel nacional e internacional.

Sin embargo, nada de lo que decía tranquilizaba a los empresarios, quienes ya querían tomar la palabra para externar sus reclamos ante un diputado que estaban seguros votaría a favor.

Y tenían razón, a pesar de que Garrido escucho a unos empresarios molestos por no haber sido tomados en cuenta para discutir el incremento del 2 al 3 por ciento a la nómina, fue uno de los 30 diputados que votó a favor de la iniciativa del gobernador.

Hay que reconocer que los empresarios son los que se ven afectados, pues les llueven impuestos federales, estatales y hasta municipales, dijera uno de ellos en su intervención; los tratan de manera salvaje, aunque realmente el que paga el impuesto final es el trabajador.

Garrido escuchaba atento, aunque creo que si hubiese tenido alas, hubiera salido volando por la ventana, pues los cocolazos estaban duros.

Hubo reclamos de que a pesar del aumento de los impuestos no ha mejorado la calidad de vida de la población, de lo contrario, no dirían nada y estarían de acuerdo, pero no es así. Además de acusarlos de tener línea gubernamental, de no escuchar al pueblo que los puso y tomar decisiones a sus espaldas, de cargarles más impuestos y no pagarles sus adeudos, reprobaron a todos los diputados por no tener sensibilidad y los invitaron a ponerse en sus zapatos y arriesgar su propio capital.

Garrido fue el mensajero de los empresarios ante sus compañeros diputados, al decirle que en la medida de que tomen sus decisiones también ellos llevarán las suyas a las urnas en las próximas elecciones porque ya están cansados. ¿Lo cumplirán?

Los empresarios recordaron a los mandatarios anteriores… de Patricio Chirinos hablaron bastante bien, pues comentaron siempre los recibía personalmente en Palacio de Gobierno, además de que los tomaba en cuenta, dejando a su salida, un superávit en las arcas. De Miguel Alemán afirmaron que no lo hizo muy mal, pero tampoco excelente. Pero de Fidel Herrera para acá, ha sido desastroso “¡ya no sabemos ni dónde estamos!”

Paco Garrido volvió a intervenir diciéndoles que no iba a cambiar la opinión que tuvieran del gobierno y que la iniciativa sería aprobada con o sin su voto. Al fondo, se escuchó un murmullo: “¡vale madres!”

Y pues así fue, pues de los 50 diputados locales, 30 votaron a favor, 12 en contra y 0 abstenciones ¿y los otros 8? Pues simplemente no se presentaron, no quisieron tener en la conciencia el aumento.

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