Faltan escasas dos semanas para la jornada electoral que renovará la Cámara de Diputados del Congreso federal. No pueden ser más ominosas las condiciones que a la fecha se viven. Una parte muy importante del país se encuentra bajo circunstancias de extremo cuidado.
Los escenarios de estos últimos días en Michoacán, donde se han librado verdaderos combates entre grupos armados en franca rebeldía, contra el orden constituido; fuerzas policiacas y del ejército regular, con saldo de 43 muertos, otra vez 43 cifra nefasta, hablan de lo crítico de la situación, que por lo demás es continuación a niveles cada vez más altos, de desafíos al Estado de derecho, quiérase o no.
Para infortunio de como camina el proceso previo a los comicios, Lorenzo Córdoba, presidente del Instituto Nacional Electoral, órgano encargado de realizar unas elecciones que no tengan la menor sombra de duda en su quehacer, comete el error infantil de, en una conferencia telefónica, decir las más absurdas tonterías, calificadas como “errores de “junior” racista y discriminador con complejo de criollo del siglo XVIII”.
Por lo que se advierte es que aun siendo un reconocido académico, ignora lo que dispone la Constitución Mexicana en su artículo 1°, que prohíbe expresamente la discriminación por cualquier causa y en su artículo 2° habla de la composición pluricultural de la nación y dedica todo su texto a enaltecer y proteger al mas alto nivel a los pueblos indígenas mexicanos.
Frente a lo delicado en que se desenvuelve la pre elección, no ayuda en nada la barbaridad cometida por más que se trate de argumentar, que el espionaje está prohibido por la ley. No cabe en el momento crucial en que se encuentra el país esa clase de justificaciones. Hablar tonterías no se borran con explicar que fueron reveladas fuera de la legalidad; por el contrario reflejan sin duda el grado de inconciencia, descuido e irresponsabilidad de quien encabeza el órgano mas observado en la actualidad.
Esta en juego en Mexico no solamente el buen resultado en la organización de las votaciones, se trata de no abrir un hueco por donde pueda penetrar otro factor, que aumente la gravedad del momento en que marcha actualmente el país por los acontecimientos violentos, que han cobrado victimas mortales en enfrentamientos armados con orígenes muy preocupantes.
No es, obvio, tiempo de cometer deslices desafortunados que pueden traer consecuencias indeseables. Como dice el refranero popular: “el horno no esta para bollos”. Se pone en riesgo la estabilidad del Estado, por exagerado que parezca. No es para considerar como un incidente menor que con solo pedir disculpas y sostener que el espionaje esta penalizado, se supera el traspié. Ya hay protestas de integrantes de la comunidad chichimeca frente a las oficinas del INE.
Forma es fondo, como acertaba Jesús Reyes Heroles; no se podrá tener seguridad que en otro momento, Lorenzo Córdoba no cometa otro desatino cuyos costos sean irreparables, con o sin espionaje como falsa salida. Dado lo avanzado del proceso electoral, en plenas campañas de los candidatos, los partidos y demás actores políticos han tenido que guardar, para no ahondar en un perjuicio mayor, una posición restañadora, un control de daños que no agrave la lamentable indiscreción.
Pero si bien la tontería de Córdoba no ayuda, lo que verdaderamente si preocupa es el cariz que están tomado los hechos de un franco reto a la autoridad, en algunos estados del país, que hablan de un desafío cada vez mayor al gobierno federal. Un reto al poder público en todos sus niveles y con mensajes crecientes de desacato. Ya no solamente de crimen común, ni de crimen organizado sino de provocación destructiva con otros signos preocupantes.
Suman negativamente otros males agregados, como son la no aplicación de las leyes por muy buenas que sean. De poco sirve legislar normas anticorrupción que una vez promulgadas, puestas en vigor a cargo del Poder Ejecutivo, léase gobierno, ni se cumplen ni se hacen cumplir.
De poco vale tener un catalogo virtuoso de leyes, todas excelentes, si quien tiene que hacerlas cumplir no lo hace. No están exceptuados los jueces y tribunales de una buena parte de responsabilidad. Ninguna justificación de orden técnico es válida frente a un deterioro en perjuicio de la sociedad civil. El ministerio público, ahora en la forma de fiscalías, en el nuevo proceso penal acusatorio, no pasaran de ser la misma “gata revolcada” si positivamente, no se observan los principios de la reforma.
En otro contexto, se comenta la resolución del INE de negar por enésima vez a Marcelo Ebrard la triste candidatura a diputado plurinominal suplente, que lo salva de ser un chusco “Juanito”, pero no lo libera del ridículo de no poder detener la caída libre que lo salvaría, con el fuero, de pisar la cárcel, por el asunto del Metro del D.F. Esas son las infumables aportaciones del partido Movimiento Ciudadano a la Democracia mexicana, elaboradas cuidadosamente por su iluminado líder “moral” Dante Delgado y su brillante equipo de asesores.
Tema también de gran impacto en Veracruz es la posibilidad de concretar la contra reforma a la gubernatura de dos años. Tópico polémico de mucho comentario y opiniones variadas. Habrá que esperar y ver si políticamente es tomada la decisión no sin antes analizar, con mucho cuidado, que sean factibles los tiempos legislativos. De no ser así, todo quedará en un buen intento y la ley prevalecerá como está.