Dicen que es mejor un mal arreglo que un buen pleito. Lo menciono porque en la entidad la deuda por laudos laborales que deben pagar algunos ayuntamientos a ex trabajadores alcanza la cantidad de 700 millones de pesos. Simplemente es impagable. Así que, como dijo aquél: debo, no niego; pago, no tengo.

De ahí que no hay que echar en saco roto el comentario de la diputada presidenta de la Comisión de Hacienda Municipal de la LXIII Legislatura, María del Carmen Pontón Villa: “Cuando existe acuerdo, poco a poco o en años posteriores se puede pagar. No se puede tomar dinero de los ayuntamientos para ello”.

Pero nadie puede ni debe quedarse pasivo ante experiencias negativas de antaño. Por eso se ha instrumentado, por los Poderes Judicial y Legislativo, así como el órgano de Fiscalización Superior del Estado, el curso “Capacitación en Materia Laboral”, al que asisten aproximadamente 2 mil funcionarios de los 212 ayuntamientos.

La intención es “fortalecimiento de la gestión municipal, y que este curso no sólo enriquezca conocimientos, sino permita prevenir problemas en temas como las relaciones de las administraciones municipales con sus empleados, finalmente servidores públicos”.

Ahora bien, esa deuda prácticamente impagable, se considerada “pública”. Por eso los ex trabajadores deben llegar a acuerdos razonables con los actuales ayuntamientos, pues las comunas “heredaron” el problema. No se trata de desconocer ni de evadir la justicia laboral, sino de que las partes encuentren una solución. De lo contrario llegaremos al día del juicio final y nada se logrará.

También se trata de enmendar los errores del pasado, de ahí la relevancia e importancia del curso que se imparte, para que las actuales autoridades municipales no cometan los mismos errores que sus antecesores.

Claro, que también habrán de modificarse las leyes para que, en caso de que sigan incurriendo en estos problemas y –como cuando una se subía al camión en los años escolares– se diga: “el de atrás paga”. No se vale, porque se compromete el futuro crecimiento y desarrollo de nuestros municipios. Pero sobre todo, porque se atenta contra la misma sociedad, sus conciudadanos y sus familias.

Eso está claro para la actual Legislatura. Por eso “se profundizará en las iniciativas de reforma a la Ley Orgánica del Municipio Libre y a la Ley Estatal del Servicio Civil, presentadas recientemente por la Comisión de Hacienda Municipal, que proponen cambios al marco jurídico para evitar que lo que hoy es un problema se presente en el futuro. Asimismo, otorga mayor seguridad jurídica tanto al que contrata como al que es contratado”.

Pues deseamos lo mejor para los asistentes al curso y para quienes imparten sus contenidos. Qué bueno que se asienten bases sólidas para enfrentar mejor el futuro. No todo está perdido, aunque nos empeñemos en creerlo. Ya veremos al terminar la gestión de los actuales ayuntamientos, qué tanto aplicaron lo que aprendieron, o si “la burra volvió al trigo”. Recordemos que somos tan imperfectos, que buscamos la perfección en la repetición de errores.

Tenga Usted un día placentero. Nos leemos en la próxima entrega.