Un antiguo proverbio chino dice: “regala un pescado a un hombre y le darás alimento para un día. Enséñale a pescar y lo alimentarás para el resto de su vida”. En este adagio popular parece que se basa, por decirlo en términos llanos, el nuevo programa federal denominado “Prospera”, que sustituye a “Oportunidades”. Ambos descendientes del programa “Solidaridad”, implementado hace veintitantos años.

Al parecer el cambio no sólo es de nombre, sino de reglas de operación. Es decir, ahora ya no se entregará el dinero así como así, sino que servirá para solventar proyectos productivos e incentivar el trabajo entre los sectores sociales más desprotegidos.

Esto es lo que nos dice la diputada local, secretaria de la Comisión Permanente de Derechos Humanos y Atención a Grupos Vulnerables y Migrantes del Congreso Local, Marcela Aguilera Landeta: “Prospera puede considerarse un programa integral que implica poner en marcha proyectos productivos, para generar el autoempleo. Eso quiere decir que, por ejemplo, las mujeres ya no sólo recibirán un apoyo de cerca de mil 200 pesos mensuales. Quienes lo requieran obtendrán créditos para instalar un salón de belleza, ampliar su restaurante o iniciar otros negocios”.

Entonces, estamos en la antesala de avanzar para abatir el rezago. De la asistencia social y clientelar, al impulso de la productividad. Pero además, se dignificará a las personas. Porque el trabajo ennoblece, nos da energía y razón de vivir.

Los contribuyentes ya no podemos sostener a más de la mitad de la población. Es necesario que esta sociedad se mueva en el sentido correcto, dejar el asistencialismo populista y enfocar baterías hacia el futuro. Un mañana con trabajo, ingresos y una reorientación del gasto público.

El programa –operado por la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol)–, además de apoyar lo relativo a salud, alimentación y educación (que ya se hacía con “Oportunidades”) articulará 15 programas con apoyos financieros que incluyen becas para la educación superior, para niñas y niños con discapacidad y de capacitación para el trabajo; acceso preferente al Servicio Nacional del Empleo, a la leche Liconsa, y afiliación al Seguro Popular y al Seguro México Siglo XXI, para menores de cinco años.

Por supuesto que “Roma no se hizo en un día”, como tampoco el rezago ancestral que viven millones de compatriotas se resolverá sólo con “Prospera”. Pero es importante sentar las bases que nos puedan ayudar a edificar una nueva y mejor sociedad.

Vamos, que sigan las protestas y las marchas, pero que sean por valores que una población sana, fuerte e intelectualmente solvente consigne. Que ya no sea por láminas, despensas, cobijas y demás enseres que sólo son botín de unos cuantos, para controlar a grupos de diversa índole.

Lo acabamos de padecer la semana pasada en Xalapa. Su Centro Histórico se convirtió en muro de lamentos y de peticiones absurdas. Sin duda, la necesidad es la madre de todas las manifestaciones de hoy. Cambiemos nuestras necesidades, ayudemos y ayudémonos.

Por hoy es todo. Le deseo un excelente inicio de semana. Nos leemos en la próxima entrega.