El inicio de la primavera no ha sido el mejor ni el más adecuado respecto de las condiciones climatológicas: granizadas, lluvias, vientos del norte… y lo que falta. Es común escuchar que esto se debe al “cambio climático”, y durante los últimos años también se incorporaron a nuestro vocabulario los términos de “El Niño y la Niña”, para predecir cómo nos va a ir en el año, en relación con estas cuestiones.

Pero este cambio puede ser resultado de los abusos que hemos cometido contra la naturaleza de nuestro planeta. Ya hablamos en entregas anteriores sobre las enfermedades corporales que no se ven, pero están. Lo mismo pasa con nuestro planeta: no vemos lo que hacemos, pero sufrimos las consecuencias.

En un trabajo coordinado entre legisladores y personal del Instituto Tecnológico Superior de Zongolica se elaboró un Proyecto de Decreto para inhibir y controlar la tala inmoderada de nuestros bosques y selvas, con la intención de apoyar al pequeño productor forestal, comunero y ejidatario, para que conozcan sus derechos y obligaciones. La intención es clara: mitigar los efectos naturales que hoy padecemos.

El diputado presidente de la Comisión de Fortalecimiento Municipal, Alejandro Zairick Morante, presentó la Iniciativa en coautoría con su homóloga Jaqueline García Hernández. Se busca reformar, adicionar y derogar diversas disposiciones de la Ley Orgánica del Municipio Libre y de la Ley de Desarrollo Forestal Sustentable para el Estado, con la finalidad de facultar a las autoridades municipales en campañas de promoción permanente, en las que difundan las normas forestales entre la población.

“Anualmente se deforestan 20 mil hectáreas en el estado. A este ritmo, en diez años Veracruz tendrá 15 por ciento menos de áreas arboladas”, expuso recientemente el Legislador.

No se trata de afectar al pequeño productor. Por el contrario, hay que retomar experiencias exitosas de países madereros, que son ejemplo en muchos rubros de la explotación de sus recursos naturales.

Cerrar los ojos ante los problemas que ya tenemos sólo es prolongar los males y no enfrentarlos directamente. Hay que tomar conciencia de que ya casi nos acabamos lo que la naturaleza nos brinda. Hoy el agua escasea y los deslaves y cambios bruscos en el clima son una constante. ¿Acaso necesitamos más ejemplos?

El mismo Diputado expuso, la semana pasada, que “se trata de que las personas cuenten con la orientación, gestoría y asesoría pertinente para reunir la documentación necesaria y realizar una explotación legal y racional de la madera. Además, se protegería los ingresos del productor forestal, evitando el comercio de aprovechamientos irregulares.”

También se trata de que los Ayuntamientos veracruzanos cuenten con direcciones de Fomento Forestal, sobre todo en las zonas donde la explotación maderera es parte importante en las economías familiares y regionales.

La Iniciativa se encuentra en análisis en las comisiones legislativas de Medio Ambiente y Gobernación. Esperemos que en breve se dictamine, pero sobre todo que la sociedad reflexione sobre lo que hacemos con nuestros recursos naturales, renovables y no renovables.

Ejemplo de lo anterior sucedió este fin de semana pasado, en el que se convocó a la “Hora del Planeta”, en la que los participantes apagamos nuestras luces y enseres eléctricos durante 60 minutos. Pero aquí, con la primavera que estamos viviendo, creo que hace falta más de una hora para ayudar a nuestra tierra. ¿No cree?

Por hoy es todo. Le deseo un excelente inicio de semana y nos leemos en la próxima entrega.