No se veía desde el exgobernador Don Fernando López Arias (1962-1968), una inversión gubernamental tan fuerte en materia de instalaciones deportivas, no sólo para Xalapa, sino para el Estado de Veracruz. Sobre todo porque se trata de obras de alta magnitud que no sólo darán realce o enmarcarán la gesta deportiva próxima a realizarse: XXII Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe del 14 al 30 de noviembre, sino que quedará como una aportación valiosa al deporte estatal, para ser aprovechado por las generaciones del presente y las nuevas que nazcan o habiten en suelo veracruzano.
En el gobierno de López Arias, concretamente de 1964 a 1968, se emprendió todo un programa de obra y promoción deportiva para todas las edades en nuestro Estado. Los que éramos asiduos deportistas del Estadio Xalapeño, siendo aún unos niños, pudimos disfrutar de las áreas recién adecuadas y construidas del salto de altura y longitud. Los amantes del básquet bol y del Voleibol, disfrutarían de los recién construidos gimnasios “C”, “Allende” y “Omega”. También, es ese año los futuros profesores presenciarían la inauguración de la nueva Escuela Normal Veracruzana que nació con una extensión amplia de terreno, albergando instalaciones deportivas de primer nivel.
Pero también otras ciudades del Estado se vieron beneficiadas, en ese sexenio: la Ciudad Deportiva del Puerto de Veracruz y Tuxpan, y el Gimnasio de Coatepec, el campo deportivo Héroes de Tlapacoyan e incontables instalaciones deportivas para la práctica de fútbol, béisbol, softbol, básquetbol, voleibol, albercas y pistas atléticas, que merecieron millonarias inversiones. De Pánuco a Coatzacoalcos se organizaron incontables campeonatos estatales infantiles y juveniles, juegos deportivos pre-nacionales y nacionales. Por cierto, esos pre-nacionales, inolvidables para la que escribe, porque siendo una niña quede seleccionada en la Delegación del estado de Veracruz, me medí en salto de altura y gané la de oro en categoría infantil, para pasar a los nacionales celebrados en el Estado de Puebla y donde tuve el privilegio de quedar subcampeona. ¡¡Se imaginan lo que significó para mí tener esos triunfos!! Me marcaron para toda la vida.
Pero como otros niños y jóvenes de esa época, ganáramos o perdiéramos, lo importante era hacer lucir a la delegación Veracruzana. Eran los tiempos en que el Estado de Veracruz era invencible en diferentes deportes, como lo fue en el Basquetbol varonil y femenil,–donde también fueron campeonas mis hermanas como excelentes basquetbolistas–, entre otros.
Pero todo ello no era producto de la casualidad. Era una acción coordinada entre el Gobierno del Estado y las instituciones educativas para fomentar el deporte veracruzano, de ahí que se creara la Dirección General de Educación Física. Y la responsabilidad también la compartían los municipios, pues cada uno de éstos, se obligaba a aportar el 2% de sus presupuestos a la promoción del deporte escolar en todas sus ramas y categorías. Fueron bellos tiempos…que se extrañan, pues brilló nuestro Estado en diferentes deportes y categorías y permitió formar generaciones de jóvenes productivos y con hábitos de competencia y cooperación.
Por eso, hoy que vemos que se ha levantado nuevamente un proyecto deportivo de tal envergadura para celebrar los próximos Juegos Centroamericanos y del Caribe, en diferentes sedes, tales como: Xalapa, Veracruz-Boca del Río, Tuxpan, Coatzacoalcos y Córdoba, nos debe dar gusto porque además de que tendremos un gran espectáculo que durará dos semanas, sabemos que después las instalaciones quedarán a disposición de nuestros jóvenes y niños, principalmente.
Seguramente después se implementan mejores estrategias para mantener toda esa infraestructura activa, fomentando la actividad deportiva para todas las edades y salgamos beneficiados todos, al tener en casa, alternativas sanas de diversión y esparcimiento en favor de nuestra salud física, mental y emocional.
Por lo pronto, dejémonos de pesimismos, de actitudes apáticas y de críticas a priori, y disfrutemos una gesta deportiva de primer nivel que será difícil que vuelva pronto a nuestro terruño. Dispongámonos a gozar de los espectáculos y dar nuestra mejor atención a quienes nos visitarán, haciendo lo posible porque no extrañen sus países mientras estén en nuestras tierras. Yo soy sólo una aficionada al deporte –de todo tipo–, pero también pienso que todo este esfuerzo debe compensarlo la afición.
En lugar de que los jóvenes se embrutezcan de borrachos y se metan “porquerias” que destruyen su físico, mejor motivémoslos a que vivan las competencias y se genere en ellos la idea de buscar mejores diversiones, aquellas que llevan al éxito a base de esfuerzo y dedicación.
El deporte inyecta valores humanos inimaginables en las personas. Razón de más para que vean nuestros hijos lo mucho que se gana cuando se juega con tenacidad y en base a reglas de honor en una gesta deportiva. Modelos que sirven para toda la vida.
Los boletos están a un excelente precio. Yo ya me apunté—mínimo– como espectadora de eliminatorias y finales del atletismo y la final del Raquetbol para ver ganar a la Mexicana Paola Longoria, que va que chuta por la de oro en canchas veracruzanas, entre otros deportistas de talla internacional que vendrán a exponer su capacidad deportiva.
Así que justo es, que nosotros como anfitriones seamos los primeros en motivarnos para participar como espectadores y con nuestro entusiasmo veracruzano, animar a nuestros visitantes –principalmente a los mexicanos–, para recibirlos como se merecen y como deportistas, hagan el mejor papel de su vida.
Por eso insisto: ¿YA COMPRARON SUS BOLETOS? Pues que esperan.
Gracias y hasta la próxima.