Hay una frase de Khalil Gibrán la cual menciona: «los seres humanos somos maestros en el arte de la simulación». Es tan precisa debido a que concebimos caretas a la medida de las necesidades y de las diferentes relaciones sociales, aunque este comentario pueda parecer poco optimista, la realidad es que es incuestionable. De manera sorprendente, la ficción se ha convertido en el requisito principal para desarrollarse en muchos ámbitos, y qué decir del mundo de la política, donde la palabra democracia parece ser la única célebre, pero la última en ser llevada a cabo por los personajes que conforman este tan referido grupo social. Una de las principales causas que han hecho que la sociedad, entre ella un gran número de jóvenes opten por no participar en acontecimientos de índole político se debe a las propuestas que aunque prometedoras terminan siendo falaces.
Cuando los jóvenes escuchan en un medio de comunicación, ya sea televisivo o escrito la palabra democracia saben que el equivalente de ésta es política, y en su mayoría muchos de ellos concluyen que es un tema monótono, el cual si no ofrece nada nuevo no amerita su atención, es por eso que deciden cambiar de canal y/o buscar otro rotativo. Y de algún modo esa actitud, aunque equivocada es justificable, ya que en los últimos años el ámbito político no ha sido paradigma de una actitud honesta, la cual tiene como consecuencia que los jóvenes ciudadanos se hayan convencido que adentrarse en ese tema lejos de auxiliarles, los perjudicará.
En este sentido, las Organizaciones de Sociedad Civil son un baluarte de los valores comunitarios, ya que al proponer como su fin único el servicio a las causas y necesidades de la comunidad, se constituyen como un factor de equilibrio entre el poder político y el poder económico, e incluso devuelven su sentido original y más propio, a la misión del gobierno, la búsqueda del bien común, y a la empresa su misión de ofrecer bienes y servicios que promuevan el bienestar comunitario.
El estado de Veracruz -cuna de líderes y actores sociales-, el papel que juegan las O.S.C. ha sido determinante y como ejemplo del gran sentido de responsabilidad ante la sociedad es la Asociación Civil: “Es Momento México, capítulo Veracruz”. Este grupo de jóvenes entusiastas, responsables y comprometidos han emprendido este 2015 atrayentes acciones; tales como (conferencias, firmas de convenios, apoyos a población vulnerable y capacitación en tópicos emergentes) estas actividades harán consolidarse como un parte aguas del trabajo filantrópico y propositivo. El presenciar estos logros y los que se avecinan no son fortuitos, o del azar.
Es Momento México – capítulo Veracruz es el espacio idóneo para la participación activa de los jóvenes. Pues considera que para mejorar la motivación e incrementar la intervención es necesario que haya más diálogo y más exposición para el aprendizaje. Lo que quieren los jóvenes es una manera de hacerlo: “sólo denos una oportunidad, que nosotros la tomaremos”.
Este grupo de jóvenes veracruzanos son participes de grandes ideales, de los cuales, en lo personal puedo destacar el siguiente: si no aceptamos que el verdadero cambio está en cada individuo, es negarse a la posibilidad de un crecimiento democrático, no deseemos para nuestro México un avance fortuito, si no un avance en el cual podamos decir que se trabajó en él incansablemente, y llegado el día, podamos jactarnos todos e individualmente de lo importante que es ser partícipe en la construcción de un país democrático.