La semana pasada el dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional, César Camacho Quiróz, anunció que su partido buscaría la reducción de los legisladores plurinominales del Congreso de la Unión, ya que esta acción fue una promesa de campaña de Enrique Peña Nieto.
Como era es esperarse, la eliminación de este tipo de diputados y senadores en su totalidad no conviene a los partidos políticos, pues en estas posiciones es en donde logran hacer llegar a las cámaras a todos aquellos militantes que consideran necesarios para la función de poder de negociación y obviamente también la legislativa que deben realizar en el Congreso de la Unión y en algunos casos premiar a aquellos a los que les pueden expedir carta de buena conducta por sus acciones a favor del partido.
Aunque la realidad sobre la existencia de los plurinominales es otra muy distinta, ya que estas posiciones fueron inventadas o ideadas, como quiera usted llamarlas, por la Reforma Política de los años setentas. Pues la intención era darle a los partidos minoritarios la oportunidad de tener presencia en las cámaras de este país, en esas fechas monopolistas políticamente hablando del partido tricolor
Pero de algunos años a la fecha, la presencia de los plurinominales en el Congreso de la Unión y en las legislaturas locales, se ha llegado a la conclusión que ya no tienen razón de ser, pues tanto los tres partidos que son las principales fuerzas políticas de México, como los que integran la llamada chiquillada, debido a la ley electoral vigente alcanzan presencia legislativa.
Por lo que la conclusión es que deben desaparecer. Las razones son varias, además de la citada, ya que solamente su número aumenta el costo del Congreso de la Unión y de las legislaturas locales, además de que no representan a nadie, pues su llegada a las curules se debe no a la votación de los electores, sino a su inclusión en la lista de consentidos que elabora cada partido político. Pues del conocimiento de la población de este país, que los personajes que llegan por la vía plurinominal no llevan a cabo campaña de proselitismo entre los electores que supuestamente representan los legisladores que llegan por la vía uninominal.
Es por ello que la propuesta del Partido Revolucionario Institucional de esta entidad federativa, que preside Elizabeth Morales García, en el sentido de que deben desaparecer la mitad de los diputados plurinominales, que en total serían diez, es positiva. Independientemente de que sea el estar apoyando la propuesta de campaña del actual Presidente de México, pues por donde se analice la acción arroja resultados positivos para la vida política de México, ya que como primera ventaja se tiene el ahorro que para el gasto del Estado produciría.
Y también hay que sumar a lo anterior lo mencionado por la Presidenta del Revolucionario Institucional de Veracruz, cuando manifestó: ahora quienes quieran ser diputados o senadores tendrán que salir a la calle y ganarse el voto y la confianza ciudadana. “Así, se garantiza que quien quiera ser diputado en Veracruz tendrá que trabajar con la gente, en la calle y ganarse su confianza y voto en las urnas”. Palabras que seguramente no deben haber caído nada bien a todos aquellos vividores de la política -de los que en esta entidad hay muchos- pero que de llevarse a cabo le facilitará a los partidos políticos la elaboración de las famosas listas de seleccionados para ser candidatos a cargos de elección popular, pues a menos plurinominales, la eliminación de aquellos que sin tener trabajo partidista y entre la militancia y población será mayor, pues este tipo de aspirante a servidor público por la vía del voto, no tiene la menor oportunidad de ganar.
Citando como una razón más para la eliminación de los legisladores por el principio de mayoría relativa, la que produciría un gran beneficio para toda la nación, la pérdida del registro de aquellos partidos que en su mayoría integran la llamada chiquillada y que tienen representación legislativa no por haber sido beneficiados por elección de votantes, sino por porcentajes que los benefician pero que no representan a nadie y que solamente son excelentes negocios disfrazados de partidos políticos para sus dirigentes y que nos cuestan a todos los mexicanos miles de millones de pesos.
Realmente estimado lector la propuesta es positiva y tiene sus ventajas, aunque posiblemente no sea muy bien vista y aceptada por gran parte de la desprestigiada clase política veracruzana. Hasta el lunes.